Oleo acrílico de Martin Klein |
Es una batalla, sincronizada con los tiempos que corren, con los tiempos de los tiempos y con el flujo humano, una batalla perdida antes de empezar por la alquimia de lo reemplazable.
Nada es indispensable, todo sustituible. Todo se conecta y desconecta con los ángulos de los rascacielos, se refleja en las paredes de cristal y se divisa en las azoteas en donde hay mundos maravillosos sin descubrir, de acceso limitado a una selecta minoría.
Voces apasionadas que cantan en "of" sacudiéndose las lágrimas de una derrota que se filtra por las alcantarillas.
Voces de los que lo han perdido todo, los que ya nada esperan, aquellos que existen pero que nadie quiere ver, ignorados por haber pactado con la tempestad errante que se mece en la red.
Voces afónicas, agónicas, aullando en el ruido febril del asfalto.
Silban su insolencia fallida, se detienen o caminan siguiendo las luces prisioneras, en una selva que ruge acero y cristal, mientras sus razones se cierran en los círculos del asfalto y sus sentidos se abren ante la extensa avenida de pancartas consejeras, en donde habla la ignorancia mientras la inteligencia calla, escondida en las burbujas del detector de arrogantes que se ha camuflado en las esquinas.
Y a veces se encuentra lo que no se busca.
Y a veces se encuentra lo que no se busca.
Entonces la noche es día y el día es noche y desaparece la desilusión abriendo un desgastado paso de cebra bajo los pies.
Se pueden ver escaparates de poesía, libros que sostienen alimentos prefabricados, construcciones y reconstrucciones, viajeros sin tiquet seducidos por el carnaval urbano, niños de ojos grandes verificadores de las raíces verdes, objetos ambulantes y humeantes que nadan entre la dinámica multitud sin fe.
Todos somos equilibristas de la vida, adaptados a la química, sumisos a la dimensión, desmemoriados, infames solitarios, respiradores metálicos, influenciadores, arquitectos de sombras, catedráticos de bar, amantes locos y locos, locos, locos...
Todos somos equilibristas de la vida, adaptados a la química, sumisos a la dimensión, desmemoriados, infames solitarios, respiradores metálicos, influenciadores, arquitectos de sombras, catedráticos de bar, amantes locos y locos, locos, locos...
Buen argumento y bendita locura que nos mantiene cuerdos en una vida acelerada y distorsionada. Un abrazo
ResponderEliminarHay locuras maravillosas, las que se viven en la urbe es una de ellas.
EliminarMil besos, Ester.
Hola Montse.
ResponderEliminarEscribes muy bien.
Me has hecho reflexionar sobre esta selva de acero y cristal.
Vivo en ella y quizá desde dentro no se puede tener una visión objetiva de la misma.
Equilibrista obligado voy dando tumbos dentro de ella buscando remansos de paz.
Alguno he encontrado y guardo el secreto como oro en paño.
Gracias por pasar por mi blog y por compartir lo bien que escribes.
Te felicito.
Besos.
Ah, yo no utilizo el gadget de seguidores.
Lo puse en mi blog porque me lo pidieron pero no sigo a nadie.
Mi método es más simple... visito a la gente que me comenta y en eso soy muy constante.
Besos.
Hola!! Me ha e muy feliz tu visita y comentario, muchas gracias y también que te guste mi escrito, aunque no siempre estoy tan inspirada.
EliminarVivo en la selva urbana y no he encontrado ese remanso de paz más allá de mi casa de hormigón, tu tienes suerte de tenerlo y me alegro.
¡Vaya, con razón no podía hacerme seguidora, jaja! Bueno, veo que eres tan extraordinario e irreverente como yo ¡vamos a llevarnos bien!.
Muchos besos.
Hola amiga .
ResponderEliminarBueno, en tu ultimo juego no acerté , que le vamos a hacer .No siempre se gana .A ver si en el proximo me inspiro más.
Y felicidades por este escrito que es un verdadero tesoro. Escribes libros ?, porqie tienes un verdadero don .
Yo aunque no lo creas era , ahora quizas con los años no tanto , de la gran ciudad, del jaleo de la gente , me sentia un poco más vivo .Con los años , quizas prefiero más tranquilidad .
Te mando mi saludo .
Besos,
No pasa nada, Joaki, yo tampoco acierto siempre en los tuyos.
EliminarGracias por felicitarme por el escrito, me encanta escribir, tengo algunas cosas escritas pero nada publicado, es una de mis asignaturas pendientes. Este lo había escrito hace tiempo, ultimamente no ando muy inspirada, tal vez son los años como te pasa a tí.
Mil besos y abrazos.
Hola Montse, describes muy bien lo que muchos vivimos dia a dia en estos ¨manicomios¨que son las ciudades con todo su ajetreo, pero debemos buscarles las cosillas buenas que tambien las hay, poquitas pero las hay:), yo tambien tengo enfrente de casa digamos un pedacito de jardin que es estar en el y parece que estas en otro mundo, transmite mucho paz y es una gozada pasar los ratitos en el con amigas y amigos tomandonos algo:)
ResponderEliminarBesos.
Querida Piruja, veo que compartimos el buscar esa tranquilidad que da el mundo natural, un parque o un jardín se convierte en todo un paraíso para los que somos urbanitas. Con los años valoramos más esa paz.
EliminarMil besos, guapa.
Te felicito por el texto, excelente 👏👏 Yo también era un equilibrista de la vida acelerada en una ciudad, que pese a todo, me encanta, aunque hace años tomé la decisión de distanciarme de ella, para hacer menos equilibrios y encontré una vida más tranquila a apenas treinta kilómetros, lo suficiente para ver las montañas y la naturaleza a un paso, alejado de una ciudad, a la que solo entro para ir al teatro o para ver a mi familia. Un abrazo Montse.
ResponderEliminarAmigo Sabius, parece que tenemos más en común de lo que creíamos, ambos hemos dejado atrás la vida urbana por una más relajada, campestre y natural.
EliminarMe encanta que te guste el texto, gracias.
Muchos besos.
Hola Montse, llegaré la última, pero aquí estoy.
ResponderEliminarPoco a poco voy levantando cabeza, pero aún estoy muy pillada.
Me ha venido bien leer tan estupendo texto. Invitas a reflexionar y eso es muy positivo.
Hasta la semana que viene, igual no acierto ni una...
Besos y feliz puente-
Mi querida Mari Carmen, la vida siempre nos sorprende, nos encuentra desprevenidos y logra desequilibrarnos, en nosotros está volver a sonreirle a ese futuro qur nos espera y me alegro que mi texto te haya agradado.
EliminarMuchos besos y abrazos.
Me ha gustado Montse. Muchos besos.
ResponderEliminarMe alegro que te guste, Teresa.
EliminarTe mando mil besos.
La pintura es especial , el texto excelente apropiado a la obra y a la locura de esta vida... te dejo un beso
ResponderEliminarLa pintura me encantó, era perfecta para mi texto la urbanita desequilibrada que hay en mi.
EliminarMil besos, Hanna.
Boa tarde de domingo e bom início de semana. Gostei muito minha querida amiga.
ResponderEliminarGracias por tu visita, amigo Luiz.
EliminarMil besos.
Es un bella pintura y una profunda reflexión de como nuestra vida es cada vez mas dura y mecanizada. Te mando un beso.
ResponderEliminarMe alegra saber que te ha gustado mi loca reflexión y la pintura.
EliminarMuchos besos y feliz semana.