Escaparate carrer Caspe |
Estoy triste. No debería, pero lo estoy, porque no es fácil vivir tras un cristal viendo pasar a la gente que habla, ríe, come, se divierte o incluso se lamenta delante de mí y yo, aquí, con la boca sellada, inmóvil ¡es tan frustrante!
Ellos piensan que no existo, que soy una muñeca, un maniquí con una cara bonita y una espléndida figura, nada más. Sin embargo tengo alma, lo sé, pero ellos no lo saben.
Escaparate carrer Tallers |
¡Ay, Madeleine! No te lo tomes así, no lo saben ¿y qué?
La gente sólo viene a ver la ropa, los artículos expuestos en el escaparate y les importa un bledo si somos reales o simples muñecas ¡ni siquiera saben de qué material estamos hechas!
Venga, guapa, no estés triste, piensa que muchas mujeres nos envidian ¿has visto el cuerpazo que tenemos y lo guapas que somos? y ellos están encantados con nuestras curvas. El otro día paso un tío y me tocó el culo ¡si se entera Riky, jaja!
Estoy contenta, soy rubia, alta, atractiva y mi novio está al otro lado de la calle ¡es genial!
Escaparte carrer Tallers |
¡Jo, Vane, ya te vale! Yo molo un montón ¡hasta llevo tatuajes y todo! ¿sabes, nena? estoy en una tienda heavy metal que mola mazo, que lo sepas y mi Vane vale mucho, lo bien que expresa sus cosas y lo buenorra que está. Que hoy, que lo sepas, porque lleva un modelo abuela y eso, pero hay días que está que me pone, pero me pone, pone, que lo sepas.
Escaparate carrer Fontanella |
Yo estoy totalmente con Madeleine, o sea, que está megaguay toda entera, jopeta y para nada con ellos. Mírame a mí, me han pintado de negro superhorroso, o sea, me han dejado sólo la cabeza y ni siquiera tengo ojos, o sea ¿te lo puedes creer? Jooo, yo nunca, nunca, me habría imaginado estar así, te lo juro por la cobertura de mi móvil.
Escaparate carrer Fontanella |
Escaparate barrio La Ribera |
Anda, anda, que soy dos pijas insoportables. Yo también llevo sombrero, me faltan los brazos y no me quejo. Y qué me decís de mis compañeras, no tienen ni piernas ni cabeza y tampoco se quejan ¿verdad, chicas?
¡No, porque llevamos unos vestidos preciosos!
Escaparate carre Bruc |
Ni cuerpo, ni sombrero, ni tatus, ni pelo, ni cara bonita, reconoced que mi caso es expremo hasta el límite, y aquí me veis, hermafrodita y formando parte de un decorado.
A mi todo me da igual, total, soy friki, aunque hay días que me gustaría decir lo que siento ¡bah!
Escaparate Rupit |
A mi también me da lo mismo, todo lo que siento me lo guardo para mí, como tengo los ojos cerrados no veo a la gente, siento sus voces y a veces escucho lo que dicen, aunque la mayoría de las veces no les entiendo. Su mundo y mi mundo son distintos.
Esta bien, compañeros, me habéis dado una lección!
De nada sirve querer traspasar el cristal para ir a un mundo que no es el mío.
De nada sirve querer traspasar el cristal para ir a un mundo que no es el mío.
Escaparate barrio La Ribera |
Madeleine, tus compañeros te han mostrado el camino de la felicidad, que no es otro que la aceptación de uno mismo, porque luchar en contra de una realidad es algo inútil y que hace gastar mucha energía.
Que bueno Montse, me encanta, muy bueno, las fotos preciosas. Un beso muy muy grande.
ResponderEliminarMe alegro que te guste, Lola!!
EliminarUn montón de besos y feliz fin de semana.
¡me encanta esta entrada!...Ya tiene otra seguidora más, su seguidora 103, pase y siga mi blog donde pone (participar en este sitio) en este enlace http://mibonitolugar.blogspot.com.es/ espero su visita
ResponderEliminarLiri, por lo que veo vas poniendo el mismo texto en todos los blogs ¡está bien para darse a conocer y tener muchos seguidores en este mundillo bloguero!
EliminarUn besito.
¡Solo a tí se te podría ocurrir montar una historia a través de las fotos de los maniquíes que te encuentres y que te quede así de molona! En serio, está genial Montse: tanto las fotos, como la historia como la moraleja. ¡Muy guay!
ResponderEliminar¡Guauuu, qué piropo más chuli, Holden! y yo pensando que el final de la historia y la moraleja era cursi, jeje.
EliminarUn besazo :)
A mi no me cuesta nada creerme esta historia. Seguro que cuando llega la noche y las luces se apagan los maniquíes empiezan a charlar entre ellos y empiezan a contarse las anécdotas del día.
ResponderEliminarCómo me gustan las ideas que se te ocurren, Montse, comparto contigo esas ganas de contar historias, y tú a través de fotos lo haces muy ameno.
Un beso
Me extraña que a tí no se te haya ocurrido contar una historia con maniquíes, porque tú escribes sobre todo lo inimaginable y un par de veces has escrito algo que yo tenía pensado, que lo sepas ¡vaya par estamos hechos, jeje! otra cosa no sé, pero imaginación...
EliminarUn beso enorme, JuanRa.
Que original el relato a conjunto con las fotos de maniquís, muy bien construido, las voces, sus expresiones, y la frase final, el mensaje, me ha encantado, y entretenido mucho.
ResponderEliminarBesos Montse
:)
Todo me vino por la primera chica, Madeleine ¡tenía una mirada tan triste! y a partir de eso monté la historia buscando entre las fotos que hago. Me alegra que te haya entretenido, se trata de eso, de pasarlo bien.
EliminarMil besos!