Tren Groc de La Cerdanya

Foto de Josep Lluìs: Tren Groc en la estación Latour de Querol

El Tren Groc es una línea especial que conecta Villefranche de Conflent con Latour de Querol dos localidades francesas pero que en su recorrido se adentra en tierras catalanas de La Cerdanya a través del Coll de la Perxa que tiene un considerable desnivel.

Este tren centenario de vía métrica se construyó en 1903 para conectar ambas zonas del Pirineo, cuya geografía no hacía posible que fuera de vía ancha. Funciona gracias a la alimentación de corriente contínua de 850 voltios que proviene de generadores eléctricos del río Tet, de la presa de La Bollosa construída con esta finalidad.
Hace un recorrido de 62 Km. atravesando 19 túneles y 2 puentes: Le Viaduct Séjurné suspendido a 65 metros del suelo y el Pont Gisclard a 80 metros sobre un precipicio.

Los franceses lo llaman Train Jaune, pero para los catalanes es el Tren Groc de La Cerdanya, pintados de amarillo y rojo como la bandera catalana desde los primeros módelos Z100 hasta los Z150 más recientes, que son de uso turístico.

Foto de Josep Lluìs : Estación Latour de Querol

Pero vamos a lo que interesa...

En la excursión que hicimos con nuestros amigos partimos de la estación de Latour de Carol a primera hora de la mañana, en un día de invierno no demasiado frío aunque la nieve había dejado su marca blanca.
Como este tren va a poca velocidad, unos 55 km/hora creo, disfrutar del paisaje a modo de paseo es el encanto del viaje ¡y vaya si disfrutamos!

Foto de Rosa : Estación Villefranche de Conflent

Llegamos al final del trayecto, estación de Villefranche de Conflent y a pocos metros nos adentramos en la población de Vernet les Bains, a los mismísimos pies del Canigó, la montaña mágica de los catalanes.

Foto de Rosa :  Vernet les Bains

Visitamos este antiguo pueblo medieval, a orillas del río Cady y protegido de los vientos por el Canigó y después de comer dimos un largo paseo por los alrededores, hasta que llegó la hora de regresar a la estación y coger el último tren.

Para nuestra sorpresa había "un petit" problema... el tren que nos tenía que llevar de vuelta, que era el último, había sufrido una avería.

Averiguar esto ya no llevó tiempo, porque la ventanilla de la estación estaba cerrada y no nos informaron hasta más tarde. Y luego la espera, la larga espera, para saber si los franceses nos podian proporcionar un autocar o algo similar que nos llevara de vuelta o nos teniamos que quedar allí a pasar la noche.

¡Oh, la lá!

Hacer el recorrido por el Coll de la Perxa en autocar no nos hacía la menor gracia después de haber visto la estrecha carretera y las curvas, porque os aseguro que el paisaje es maravilloso pero también impresionante.

No fue necesario. No sé como se las arrglaron, pero volvimos con el Tren Groc, ya anocheciendo y la verdad es que aunque no se veía nada del paisaje, esencia del viajecito ¡fue divertidísimo!