Bon Nadal

Hoy empezamos al revés, primero desearos a todos unas Felices Fiestas ¡Bon Nadal! con todo mi afecto y cariño. Espero que disfrutéis con familiares y amigos de estos días, con mucha alegría y felicidad y con una pizquita de ilusión que es, como digo yo, la sal de la vida.

Y ahora os cuento mis peripecias, porque no sé por qué, siempre las hay.

Me llamó mi hija Esther para hacerme la dichosa preguntita de qué voy a peparar para la cena de Nochebuena ¡lo de siempre, vaya pregunta! pero... siempre hay un pero, quería invitar a su nueva compañera de piso a cenar con nosotros ¡no hay problema, que se venga! pero... ¡ya estamos con los peros! es que resulta que es vegetariana ¡toma bomba!
¿Y qué hago yo ahora con el jamón y los langostinos? 

Bueno, por lo menos comerá turrón ¡sí, sí, turrón si come! ¡pues menos mal!

Total, que me tengo que buscar la vida e inventarme otra cosa, lo mismo que con "mi cómic" que se acabó hace años y voy reciclando viñetas y poniendo algunas que, menos mal, me guardé "por si".

Lo que no guardo en la nevera son verduras ¡jo....! por lo menos no las suficientes y eso no quiere decir que en casa no comamos verde, pero...he aquí otro pero, para verduras ya tenemos el resto del año y en estos días, ya se sabe, se tira más de carne y marisco, vamos de esas cosas ricas que pasadas las fiestas pasan factura doble, al bolsillo y a los michelines.

Esther me dió algunas ideas ¡qué mona ella! pero ¡venga, más peros! me gustaría sorprenderla con algo más festivo y original, si es que se puede hacer una fiesta en verdurilandia.

Y es que, digo yo, con lo rico que está el fricandó, el pavo asado, el redondo de ternera, lo exquisitos y afrodisíacos que son los productos del mar ¡y esos canapés de salmón! ¿en qué cabeza cabe hacerse vegetariano? Yo es que no lo entiendo, seguramente porque soy de otra generación, eso sí, lo respeto.

Receta en mano y una docena más de huevos, porque los vegetarianos sí los comen, allá que me voy al super, a soportar otra vez las prisas y las colas de infarto, a la búsqueda de los ingredientes ¡con ayudante y todo!.

El chico de la viñeta copiada de por ahí no se parece mucho a mi chico, excepto en la cara de asco que lleva, que es la misma que lleva él cuando vamos al super !jajaja!

Y cuando ya lo tenía todo preparado, mi niña me llama y me dice que su amiga finalmente no va a venir, que podemos comernos los langostinos, el jamón y todo lo que nos venga en gana ¡esos cambios de planes que hace me sacan de mis casillas! ¿Y ahora qué hago yo con el pastel de verduras y el risotto de setas?

Al final todo eso carece de importancia, porque lo importante es que estemos juntos y seamos felices. ¡Y os deseo a todos que paséis unas Felices Fiestas!