Paseando por el Barrio Gótico de Barcelona, hay una calle, un callejón angosto sería una definición más exacta, separada de la calle Portaferrissa por una reja, que tiene el nombre de "Perot lo lladre" y creo que debe de ser la única calle dedicada a un ladrón, porque el llamado Perot era en realidad el bandolero catalán Pere Rocaguinarda.
Nació en 1582 en el municipio de Oristà, en la masía del mismo nombre, era el quinto de siete hermanos y conocido como Perot. Cursó estudios de oficios en Vic y en 1602 comenzó su vida bandolera dentro del grupo llamado nyerros, uno de los dos bandos en que se dividía la nobleza catalana, el otro se denominaba cadells y ambos grupos se dedicaban a hacer de bandoleros feudales en un momento de crisis de la baja edad media. A partir de 1605 la sociedad cambió y entonces esos bandoleros fueron perseguidos, especialmente a él que era el más conocido y jefe de una cuadrilla que dominaba el camino real entre Barcelona y Gerona, por lo que se vio obligado a vivir escondido mucho tiempo.
Amparándose en un momento de paz y tregua hacia los bandoleros, en 1610 pidió un indulto que le fue denegado y tuvo que proseguir con su vida de bandolero un año más, hasta que finalmente, en 1611, se le indultó y obligó a servir al rey en Nápoles, donde se cuenta que vivió hasta 1635.
El hecho de haber sido indultado hace que su figura y su historia quedara en el olvido y no tuviera la fama o la popularidad de otros bandoleros de la época, pero los historiadores hacen referencia a que Perot Rocaguinarda fue uno de los más conocidos en vida en todo el territorio catalán.
Prueba de ello es que incluso Cervantes hace mención de Perot, bajo el nombre de Roque Guinart, en dos de sus capítulos de la segunda parte de "El Quijote" de 1615.
Cuando Don Quijote y Sancho llegan a Barcelona se encuentran a varios bandoleros colgados de los árboles y después son rodeados por un grupo de ellos que aparecen capitaneados por Roque. Don Quijote y Roque mantienen una conversación en la que este último dice:
"Nueva manera de vida le debe de parecer al señor don Quijote la nuestra, nuevas aventuras, nuevos sucesos, y todos peligrosos; y no me maravillo que así le parezca. porque realmente le confieso que no hay modo de vivir más inquieto ni más sobresaltado que el nuestro. A mí me han puesto en él no sé qué deseos de venganza, que tienen fuerza de turbar los más sosegados corazones. Yo de mi natural soy compasivo y bienintencionado, pero, como tengo dicho, el querer vengarme de un agravio que se me hizo, así da con todas mis buenas inclinaciones en tierra, que persevero en este estado, a despecho y pesar de lo que entiendo; y como un abismo llama a otro y un pecado a otro pecado, hanse eslabonado las venganzas de manera que no solo las mías, pero las ajenas tomo a mi cargo. Pero Dios es servido de que, aunque me veo en la mitad del laberinto de mis confusiones. no pierdo la esperanza de salir dél a puerto seguro."
Supongo que os preguntaréis que tiene que ver todo esto con las fotografías que hice de la calle y es que me resulta fascinante pensar que hay rincones en la ciudad que guardan entre sus muros o bajo los adoquines una historia de otros tiempos que merece la pena conocer.
Muy interesante todo lo que nos cuentas en esta entrada, Montse. Tengo un cariño muy especial por El Barrio Gótico, es precioso y me lo he pateado varias veces desde niña.
ResponderEliminarUn beso
Myra, pues yo ni te cuento la de veces que he paseado por él, jajaja y sin embargo siempre hay algo nuevo que descubrir, por eso me gusta compartirlo y me alegra que este tipo de historias te gusten.
EliminarBesitos y buen fin de semana!
Hola!
ResponderEliminarNo sé qué ha pasado pero me he metido por la Calle del gato que pesca y he desembocado en esta de Perot lo lladre, ¿tú entiendes algo? :p
Interesante historia la del bandolero indultado. Has hecho bien en hacérnosla saber. Si voy alguna vez a Barcelona esa será una visita obligada.
Y a lo mejor me cuelo por ella y voy a aparecer vete tú a saber dónde, jaja
Un abrazo
¡Ay, ay, ay! que si vienes a Barcelona y te pasas por esta calle, con la de coincidencias y cosas raras que te pasan, ya te veo en el callejón encerrado tras la verja, con el fantasma de Perot y el gato que pesca y contándole tus historias mientras ambos te miran embobados, rendidos a tus encantos de diablillo y convencidos a que tiene que jugar a esconder un dibujo tuyo por ahí... ¡No sería un mal lugar para poner un dibujito!
EliminarBesitos.
Que pases un buen fin de semana!
"y creo que debe de ser la única calle dedicada a un ladrón..."
ResponderEliminarPasate por andalucia... lo vas a flipar ;)
¡Anda pues no sabía yo que a los políticos y banqueros de ahora ya les habían puesto una calle con su nombre!
EliminarA veces es que ni se en que país vivo, jaja!!
Besines :)
Hola Montse,
ResponderEliminardespués de leer la historia de Perot y su callejón la próxima vez que vaya a Barcelona te pediré información. Siempre que voy tengo una visita obligada al Barrio Gótico pero eso es verlo con otros ojos ;-)
Un abrazo.
Hola Pelotillo, estaré encantada en darte toda la información que sea necesaria, aunque yo, la verdad, de ladrones y mala gente no entiendo mucho, jaja.
Eliminar¿Ya se acabaron las vacaciones? si es que lo bueno dura tan poco...
Besitos :)
Qué anécdota más curiosa!
ResponderEliminarMás que anécdota está entre la historia y la leyenda, pero curiosa sí que es, me alegra mucho que te guste.
EliminarBesitos, guapísima :)
Un interesante artículo, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMe alegro!! porque esas historias curiosas o leyendas siempre me han gustado y me apetece compartirlas.
EliminarUn beso enorrrrme :)