El año pasado no pisé la playa, ni el anterior, y del anterior del anterior ya ni me acuerdo, por eso cuando este fin de semana he caminado por la orilla de la playa y mis pies se han mojado con agua de mar ha sido como una fiesta. ¡Qué delicia!
Os cuento...
Antes de las 08:30 de la mañana ya estábamos allí. Vista a la izquierda y no hay ni un alma, por no haber ni los vigilantes han llegado, así que estamos los tres: mi marido, yo y el sol, mirando el mar.
Hace una mañana que promete ser calurosa, pero a esa hora el mar está en calma, aún conserva el frescor de la noche y una suave brisa nos acompaña.
A la derecha otro tanto de lo mismo.
Observad como no hay nadie jugando a las pelotitas, ni niños que te tiren arena a los ojos, ni jóvenes chapoteando en el agua, ni señoras con gorrito en las tumbonas, ni mamás que repartiendo bocadillos o embadurnando de crema a sus niños, ni los rechonchos maridos de las del gorrito sentados justo al lado de la nevera, ni guaperas luciendo palmito, ni mirones que disimulan leyendo el diario, ni jovencitas, ni abuelas.¡La playa es nuestra!
Más contentos que unas pascuas desembarcamos la tabla de windfurd. Lo de desembarcamos es un decir, porque lo hace él mientras yo me dedico a hacer estas fotografías y lo de la tabla también es cosa suya, yo a lo más que aspiro es a darme un baño y tomar el sol con mi nuevo bikini supermegatalla.
Y después de estirar las toallas me dirijo al agua (podéis ir a la primera fotografía en donde se ve claramente) a darme el ansiado baño ¡Ay, qué fría está! Los primeros pasos son agradables pero cuando llegas a cierta medida corporal da impresión... dudo un poco y luego ¡zas, al agua!
No muestro una foto completa por dos motivos: Uno, porque soy yo la que hago las fotos (él en cuanto coge la tabla desaparece en la lejanía) y dos, porque no me gusta herir sensibilidades, jiji..
Pero he dejado mis huellas en la arena, como prueba fehaciente de que he estado allí!!
A las 10:30 aproximadamente empieza a llegar más gente y más y más gente, hasta que a las 12:00 ya está casi llena. Esa es la hora de marcharnos. Recogemos los trastos y nos vamos a hacer el aperitivo ¿verdad que es genial?
Creo que este verano promete.
Pues nos ha pasado más o menos lo mismo, Montse. El año pasado no pisé la playa, soy mucho más de montaña, y este año me decidí y fui el otro día. La disfruté porque había poca gente. Me agobia mucho la playa, la arena, las sombrillas, las toallas..
ResponderEliminarMe ha gustado ver tus pies..
Un besito
La playa me gustaba mucho antes, luego me decliné más por la montaña, supongo que son cosas de la edad y una necesita más tranquilidad, porque la playa es un lugar de mucho movimiento (incluso de las olas, jeje).
EliminarDesde hace años, si no es en esta hora tempranera, mejor me quedo en casa.
Ya sabía yo que teníamos mucho en común...
Lo de los pies, es que me hizo gracia pensar en hacer una foto así.
Muchos besos.
¿Y cómo es que has tardado tanto en volver a la playa? Para relajarse es algo único, ¿no crees? Claro que sobre todo haciéndolo como lo hiciste: llegar bien temprano, y largarse a mediodía.
ResponderEliminarMe gustan las fotos, parece una playa perdida que acabes de decubrir para ti sola :D
He tardado por unas cosas y otras, más que nada porque si no vamos en esas horas no vamos y menos cuando ya empieza a apretar el calorcito ¡yo las solaneras no las llevo muy bien! y eso que de joven me tiraba todo el día tomando el sol.
EliminarLas fotos, pues eso, es lo bueno que tiene madrugar ¡que alguna ventaja teníamos que sacarle, digo yo!
Besitos.
Todo me parece perfecto, excepto la temperatura que debe hacer a esas horas. Como para ponerme en bikini, con lo friolera que soy!!
ResponderEliminarBesos
Jajaja, Elvira, en eso vamos al revés, yo lo que no soporto es el calor ¡estaba tan fresquita! :)
EliminarBesitos, guapa.
si que es emocionante, este año tampoco podré ir de vacaciones pero no pierdo las esperanzas de volver a pisar la arena, disfrutar el sol y meterme al mar a brincar las olas.....hay que emoción disfrutar el mar!!! Te dejo un abrazote y mil besos amiga, yo estoy ocupada en los preparativos de la Boda jeje. Nos vemos luego, besos!!
ResponderEliminarGaby, mi emoción es porque hacía mucho que no me daba un buen baño en el mar y eso que en Barcelona tenemos playa ¡qué cosas me pasan!
EliminarAlgo imaginaba, de que con los preparativos de la boda andarías muy ocupada. Espero que todo salga de maravilla y seguro que será así si lo organizas tan bien como tus labores. ¡Ya me contarás!
Muchos besos, guapa.
Tú si que sabes, Montse. Bueno, tú y los habituales extranjeros con que solemos topar los pocos autóctonos madrugadores y amantes del mar.
ResponderEliminarSaludos.
Jajaja, Javier, es que no hay nada mejor que ir contra corriente!
EliminarUn besito ;)
Ja, ja, pero que graciosa eres Montse, como me he reido..Las fotos fantásticas todas, pero la primera es muy original, me encanta.
ResponderEliminarUna abraçada.
Chica, es que hay que poner un poco de humor a la vida!
EliminarLa primera foto es rara, pero a veces se trata de eso de hacer lo que te apetece, por extraño que parezca.
Petonets ;)
Os lo habéis montado de maravilla. Donde esté una playa solitaria que se quite la muchedumbre y sobre todo los mocosos pesados.
ResponderEliminarBesos
¡Ay, Pixel, pero para encontrar esa tranquilidad y sin muchedumbre, hay que madrugar! ¡Uffff! y no apetece nada madrugar un domingo, jeje..
EliminarBesitos.
Lo del madrugón es lo peor y más cuando a mi me encanta dormir pero solo de pensar en cabalgar sobre las horas es sufieciente motivación para levantarme :)
Eliminar¡Bien dicho! jajaja
EliminarMe alegra que disfrutaras tu reencuentro con la playa, Montse. Yo también suelo ser tempranero. A las 12:30 ó 13:00 horas como mucho ya estoy de vuelta. Y me gusta llegar cuando aún no hay casi nadie. Aunque me parece que si todos los que aquí hemos comentado visitáramos la misma playa íbamos a encontrarnos a primera hora de la mañana, jajaja... De estar solos na' de ná.
ResponderEliminarBonitas fotos. Jo, tabla de windsurf y todo... ¡Qué nivel! ;-)
Un beso.
Kine, si todos pudiéramos coincidir una mañana (temprano, eh) en una misma playa, desde luego no estaríamos solos, pero no me negarás que sería un bombazo.
EliminarLo de la tabla es cosa de él, jaja..
Besitos ;)
Bombazo. 'fectivamente :-)
ResponderEliminarSuena mogollón de idílico. Cómo puede ser que estando tan cerca no aproveches más a menudo?
ResponderEliminarMaría, trabajando todo el día no queda mucho tiempo para acercarse a la playa en la ciudad o da pereza, yo que sé, y los fines de semana nos vamos a la montaña en donde tenemos siempre mucho que hacer con el jardín, así que lo vamos retrasando, retrasando, hasta que ¡zas, se nos acaba el verano!
EliminarBesis, guapetona ;)