Foto : Caldes de Montbui
¡Ay, mamá! Ayer sentí que una puerta se cerraba entre nosotras sobre el muro de piedra que tu enfermedad, piedra a piedra, levantó hace más de un año.
Te sentí hablarme desde el otro lado como si estuvieras muy lejos, tenue la voz, frágil el tono y tus palabras eran más que palabras, eran una oración en medio de un grito de auxilio, que se clavaron como agujas en mi pecho. Quise atravesar la puerta, para llegar hasta tí y abrazarte, lo intenté, arañándola con todas mis fuerzas, pero fue inútil, no pude.
Tu dentro, en tu oscuridad, suplicando y yo afuera, llena de rabia e impotencia.
¿Dónde está mi madre fuerte?
¿A dónde fue a parar tu genio?
Ahora soy yo la que maldigo estos muros.
Ahora debería ser yo tu madre y tu mi niña pequeña, indefensa y asustada a la que debo proteger, pero ¿cómo puedo aliviar tu sufrimiento? ¿de qué modo puedo abrir la puerta que nos separa? ¿con qué puedo arrancar esos muros si en mis manos sólo tengo amor?
No lo sé, mamá, no lo sé, yo estoy aún más asustada que tú y aquí afuera, a pesar de que el sol brilla y el aire fresco seca las lágrimas de mis ojos, para mí es noche oscura, tan oscura como tu soledad, sin luna, sin estrellas, sin esperanza.
Soy como tú, no me rindo nunca, por eso con nuestro amor nos habrá de bastar y mientras tú estés ahí dentro, yo estaré aquí afuera como un centinela que custodia el más valioso de todos los tesoros.
No llores, mamá, no llores, que se me parte el alma.
Ya lloraré yo por las dos.
¡Guapa! Sólo te mando muchos abrazos. Que no hay nada que pueda decirte que sirva en estos momentos. Y muchos besos
ResponderEliminarGracias, preciosa, por ese abrazo de cariño.
ResponderEliminarVer a mi madre sufrir y no poder hacer nada me llena de tristeza y en momentos así tu abrazo vale un montón.
Elvira muchos besos.
Una vez leí que, cuando sentimos que el otro está lejos, incluso cuando ya no está, podemos comunicar de alma a alma y decirnos todo. Para mí fue un alivio y ojalá lo sea también para ti, porque las dos tenéis almas muy puras que seguramente saben fundirse en el amor.
ResponderEliminarSiento tu pena en mi corazón, Montse, un abrazo fuerte.
un enorme abrazo también de mi parte, Montse¡¡¡
ResponderEliminarla vida es igual de triste que de alegre, a ratos, a sorbitos, a tiempos... a pesar de esa distancia de piedra que ahora parece separaros... ella está en tu corazón y tú en el de ella, para siempre...
muchos besitos¡¡¡¡
Montse, ojalá pudiese estar contigo para darte un abrazo. Te entiendo corazón. Espero que sufra lo menos posible y que se mejore. Un beso fuerte.
ResponderEliminarUff, Montse... No sé muy bien qué decirte en esta ocasión. Tan solo darte mucho ánimo y fuerza ─sé que eres una mujer fuete─ en estos delicados y duros momentos. Esta entrada me llegó. Y seguro que a tu madre también le llega todo ese cuidado y amor tuyo hacia ella.
ResponderEliminar¡Ánimo y muchos besos!
Nina, gracias por ese abrazo de cariño y tus palabras de consuelo.
ResponderEliminarMi madre padece Parkinson en estado avanzado, a veces está y a veces es como si no estuviera, por eso la siento distante y por eso sé que necesita de mi cariño. Espero que, como dices, nuestras almas se unen en un abrazo madre-hija que las que somos madres sabemos entender.
Un gran beso agradecido.
Teresa, princesa, gracias por dejarme llorar en tu honbro y por compartir mi pesar.
ResponderEliminarUn beso de corazón a corazón!
Gracias Pilar, por tu gran abrazo.
ResponderEliminarSiento haberos hecho compartir mi tristeza, pero necesitaba expresar mis sentimientos, y aunque siempre estamos de risas y buen humor, la vida tiene momentos de todos los colores y para todos nosotros.
Un beso cariñoso, amiga mia.
Drea, muchas gracias por tu deseo de querer aliviar el sufirmiento de mi madre y el mío, por compartirlo y por escucharme.
ResponderEliminarUn beso enorme ¡te quiero, guapa!
Gracias Kine por tus palabras de ánimo y tu cariño.
ResponderEliminarLos que parecemos fuertes somos, a veces, los más sensibles y confío que todo el amor nos reconforte a las dos, o mejor dicho a las tres, que mi hermana también forma parte de estos momentos que nos ha tocado vivir.
Un gran abrazo, amigo!
Sólo puedo decirte que te mando un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarHola Montse, he estado dos días sin internet y hasta hoy no puedo darte mi apoyo y abrazo.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte
Montse, espero que tu madre se ponga mejor lo más pronto posible.
ResponderEliminarUn beso y un fuerte abrazo
Montse, no sé qué decirte. Sólo que estas situaciones son tan duras, qué no encuentras fácil consuelo. las palabras parecen huecas y los hombros de las amigas se hacen insuficientes. Sabes qué puedes contar conmigo para prestarte ese hombro aunque sólo sea para desahogar la tristeza.
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Gracias ValGarGon por tu cariñoso abrazo.
ResponderEliminarFandestéphane, muchas gracias por tu apoyo.
ResponderEliminarSiento haberos hecho compartir mi tristeza.
Gracias Pixel por tus buenos deseos y por tu cariño.
ResponderEliminarUn beso.
Mª José, amiga, es triste ver sufrir a los seres que amamos, agradezco tus palabras de cariño y tu apoyo incondicional.
ResponderEliminarUn beso enorme!
Ey, amiga, vengo a darte un abrazo fuerte fuerte.
ResponderEliminarUn besazo
Muchas gracias, Mercedes, voy llevándolo con paciencia.
ResponderEliminarUn abrazo enorme para tí!
Hola hermana, ayer nos vimos, ayer compartimosa ese MURO, esa tristeza, ese no saber qué hacer, o qué decir, compartimos un espacio, tiempo y lugar, y sobretodo compartimos AMOR.
ResponderEliminarNos une mamá, pero estamos unidas por nosotras mismas.
Tú siempre has sido la fuerte y yo que lo parezco más que tú, soy la más débil de las dos, y cuando llegue el momento, te necesitaré muchísimo, no sabes cuanto.
Podemos llorar juntas, podemos compartir tristeza, pero siempre tendremos el recuerdo de lo que ella era y de todo lo que nos dió y enseñó, ha sido una GRAN MADRE con mayúsculas y ahora es nuestra niña querida, cuando está y cuando no está, aunque la tristeza nos hunda hasta el hueco más hondo y negro del mundo, aún le podemos dar un beso y aún le podemos dar mimitos.
Aún la tenemos y eso, nos basta.
Te quiero.
Mª Carmen
Te quiero, Mª Carmen, nuestro amor de hermanas nos une y más amor le daremos a mamá, juntas, siempre, unidas, porque ahora ella necesita de nuestro cariño más que nunca, eso es lo que sentí.
ResponderEliminarPerdona si no hablé en plural, me salió así, luego lo pensé, pero ya sabes que cuando tomo la directa no hay quien me detenga. No eres tan débil como crees ni yo tan fuerte como parace, cada una se viste con ropas distintas pero por dentro llevamos la misma piel, la misma sangre.
Muchos, muchos besos le daremos, ella nos sonreirá, y esa es la imagen que guardaremos en nuestros corazones, sin lágrimas.
Un beso, preciosa!