Finisterre, Fisterra o Finis Terrae es el fin de la tierra.
El general romano Décimo Junio Bruto, tras conquistar toda la costa del Atlántico, llegó al monte del cabo y encontró un altar que los celtas habían construído en honor al sol, llamado Ara Solís. Entonces se pensaba que la tierra era plana, por lo que contemplar que el sol desaparecía en el mar cayendo en el abismo era un espectáculo aterrador y hacía pensar que era allí donde moría y también que la tierra se acababa allí y por eso lo llamó Finis Terrae "el fin de la tierra".
Por eso, llegar allí y contemplar esta puesta de sol fue para mí un momento mágico.
Llegamos allí antes del atardecer, vimos el faro e hicimos varias fotografías, incluyendo la famosa bota del peregrino, ya que también es el final del Camino de Santiago.
Después de caminar, aunque saltar sería la palabra más adecuada, por entre las rocas, y admirar la magnífica vista del océano, nos sentamos los dos muy juntos, abrazados para resguardarnos de una brisa fría de finales de invierno y nos quedamos mirando el mar que se extendía ante nosotros.
Resulta casi inevitable quedarse mirando ese immenso océano y no pensar que en sus aguas profundas quedan restos de numerosos navíos y barcos pesqueros que han naufragado en estas rocas, los tesoros y misterios que esconden sus aguas y preguntarse si serán ciertas las historias y leyendas que se cuentan sobre este lugar que forma parte de la "Costa da Morte".
Sintíamos el sonido que producen las olas al chocar con las rocas, mientras que las gaviotas revoloteaban a nuestro alrededor, en ese su ir y venir inquieto, y esperamos tranquilos, con esa tranquilidad que te da el saber que pronto empezará el espectáculo y tú tienes una buena butaca, a que el sol se escondiera por el horizonte hasta desaparecer, poquito a poco, con el aire besándote las mejillas.
Y entendimos porqué los romanos lo llamaban así...
Ey!! Este fue el primer viaje que Gargon y yo hicimos juntos!!
ResponderEliminarCreo que es uno de los sitios más bonitos que he visto.
ResponderEliminarLa primera vez que fui, fue a limpiar chapapote y aun así me pareció precioso.
¡Sí, Drea, creo recordar que me lo comentaste!
ResponderEliminarPues es el sitio más romántico que yo he visto, especialmente si ves la puesta de sol.
Gargon ¡qué acto de soliralidad más hermoso!
ResponderEliminarYo habría ido cuando lo del Prestige, que me pareció un descuido total por parte de las autoridades gallegas, que negaban lo sucedido hasta que fue inevitable, pero entonces tenía en casa un chapapote-problema que resolver.