Esta es una versión más modernizada del "Amor de naranja" y no por ello menos hermosa.
Aunque el humilde exprimidor se halla convertido en una máquina licuadora, el resultado es el mismo.
A partir de ahora el zumo de naranja puede pasar a convertirse en una pócima de amor.
Veo que no has sido capaz de contenerte y ya estás escribiendo, jejeje.
ResponderEliminarYo he estado muy ocupada, agotada, por cierto. Ni siquiera publiqué el podcast. Cero. Jajaja, en cuanto tenga las fotos en el ordenador, te las paso.
Un amor muy sacrificado, además. No sé qué admirar más, si las manos o la mente de los que hacen estas cosas.
ResponderEliminarUn besito, Montse.
Drea, pues aunque no te lo creas, por lo general soy capaz de contenerme.
ResponderEliminarToma fuerzas, tómate un zumo de naranja fresquito y envíame las fotos.
Besis
Creo, Nina, que debemos admirar ambas cosas.
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