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3/7/14

Petritxol, la calle dulce


A la calle Petritxol la llaman la calle dulce y allí nos fuimos un jueves Mª Carmen y yo, pero no para merendar chocolate con churros, que no estamos para esos excesos, sino para pasear. Ir a esa calle ha sido recordar otros tiempos y otros paseos, cuando íbamos con mamá, primero de compras a las tiendas que hay en la calle Portaferissa y después a merendar a una de las granjas.


Es una calle pequeña, estrecha y peatonal, que nace en la Plaça el Pí y va hasta la calle Portaferrisa, paralela a Las Ramblas, muy querida por los barceloneses porque alberga galerías de arte y las mejores chocolaterías de la ciudad.


La Granja Dulcinea, una de las más tradicionales, cuya especialidad es el chocolate suizo ¡que está de infarto! y las ensaimadas.


Otra es "La Pallaresa", una antigua vaquería que aún conserva su aspecto y en donde se puede degustar el auténtico "menjar blanc" una crema de almendras con toques de canela y limón. 


Una curiosidad de esta calle es que cuenta con unas placas de cerámica, llamadas mayólicas, que explican diversas situaciones o bien conmemoran personajes que vivieron o trabajaron en esa calle, como Ángel Guimerá, Moratín y Montserrat Caballé.


He aquí unas cuantas!


La mayoría de las casas se construyeron durante los siglos XVII y XVIII, aunque las que se conservan son del siglo XIX, como esta de la fotografía en cuyos balcones lucen figuras femeninas de piedra. Otro de los establecimientos de gran prestigio es la Sala de Arte Parés (lástima que no hice ninguna foto) que abrió sus puertas en 1840 y expuso obras de grandes artistas como Ramón Casas, Santiago Rusiñol, Isidre Monell o Pablo Picasso.


Esta es la Plaça del Pí, con el famoso pino presidiéndola y en donde se encuentra la Basílica de Santa María del Pino.

Cuentan leyendas populares que en tiempos de la invasión saracena, allá por el siglo VIII, el mar llegaba hasta este emplezamiento y era un barrio de pescadores. Un marinero durante la reyerta se subió a un pino y en él encontró la imagen de una virgen a la que después levantaran capilla, que no es otra que la de Santa María del Pino. Con el paseo del tiempo el pino ha sido sustituido en distintas ocasiones, con ese afán de salvar el significado de la leyenda.

8 comentarios:

  1. Olá amiga, vim desejar-lhe um abençoado início de mês.
    Doce abraço Marie.

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    1. Muchas gracias, Marie, yo también te deseo un feliz mes.
      Muchos besos.

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  2. Que bonito paseo. Y me parece bien que se mantenga la leyenda, aunque haya que replantar el pino. El misticismo no debe perderse.
    Cuesta creer que el mar llegase tan arriba. ¡Cómo cambia el Mundo! o ¡cómo lo cambiamos!

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    1. Precisamente eso de que el mar llegaba hasta allí me llamó la atención, algo así pasaría si se deshiela la Antártida y sube el nivel del mar con el calentamiento del planeta ¡me pone los pelos de punta sólo pensarlo! y claro, adiós calle, adiós plaza y adiós pino.
      Un besito.

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  3. Me parece a mi que con lo goloso que soy, también sería esta calle de mis favoritas, jeje
    Me ha gustado mucho esa combinación de mayólicas, y el que haya estatuas en algunos balcones, que deben dar un aire imponente a esas viviendas.

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    1. Ahora entiendes que nos gustara ir a merendar a esa calle!!
      Hay casas en esta zona que son como palacetes :)
      Besitos.

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  4. Si algún día tengo la oportunidad de ir a Barcelona, lo primero va a ser ir a esa calle y después de disfrutar del chocolate, lo siguiente será recorrerme la ciudad y bajar las calorías, jajajaja

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