Amigos y seguidores

30/1/14

Pobre sopa




Me gustaría conocer el sufrimiento de la sopa, que estando calentita y perfumada de apio de pronto siente el frío metal de la cuchara que la penetra.

No sabe que le arrancará una porción de su sabrosa savia y después otra y otra, mermando su espesura hasta el agotamiento, no lo sabe pero lo intuye y tiene miedo porque fue creada para alimentar y deleitar a un ente extraño. 

Pienso en la agonía lenta de su esencia que tanto costó alcanzar, a manos de una herramienta que vive de la sopa boba, que nada sabe ni cuando saca letras, ni reconoce el pan entre sus huellas de aceite. 

Cada gota resbala en la rosada entrada y va a parar a un caldero infinito, se cruza con los jugos y baila con ellos por los conductos sin resistirse. No puede, no debe resistirse, es para lo que fue concebida.

El pobre se levanta terminado el festín, se limpia la boca con la servilleta y deja caer la cuchara dentro del plato vacío. Apenas habla ya, porque hace tiempo que es un ser solitario, pero le da las gracias a la señora que viene a recogerle el plato.

- ¿Le ha gustado la sopa? le pregunta.
- Sí, estaba muy buena.
- Vuelva mañana, Paco, que habrá más.

Cuando el hombre se va, otra vez a la calle que es donde vive, lleva el corazón frío y el estómago caliente. Es una víctima, como la sopa.

¡Pobre hombre! si dice a sí misma la señora
¡Pobre sopa! digo yo.

6 comentarios:

  1. Genial relato Montse, me ha encantado, escribes muy bien, casi, casi me he puesto en el pellejo de la sopa y me ha dado una pena eso de que la cuchara siempre se lo lleve todo de ella.
    Muy bueno, un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ana, está bien que sientas, como yo, empatía con la sopa y me alegro que te haya gustado.
      Besitos.

      Eliminar
  2. Qué buen relato, Montse de lo mejor que te he leído. Me gusta mucho que, a medida que la lectura va avanzando, el argumento cambie.

    Enhorabuena!. Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Myra, creo que había dejado de escribir de esta forma hace demasiado tiempo, me apetece volver a hacerlo y me has dado mucho ánimo!
      Un beso enorme, guapa.

      Eliminar
  3. Buen relato Montse. Pero, ¿quién le metió la cuchara al hombre para dejarlo así de vacío?

    Me encanta, es un relato sin fin. El pobre se come la sopa, alguien se come los medios del pobre, alguien se come los escrúpulos de otro,...

    Enhorabuena.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tu lo has dicho, es un relato sin fin, porque siempre hay una maldita cuchara que acaba con dejarnos sin nada.
      Me alegra mucho que te guste :)
      Besos.

      Eliminar

Bienvenido/a a "I SENSE BOTANIC"
Puedes decir lo que quieras siempre que sea respetuosamente.

¡Muchas gracias por dejar tu opinión!