FOTO-CUENTO de Aventura X

Ya era mediodía cuando volvieron los dos hombres con las herramientas que habían ido a buscar, pero en poco menos de una hora entre todos ya habíamos levantado el hormigón del fondo.
- Oh, no! ¡Otra escalera!
No nos podíamos creer que aquel castillo pudiera tener en su subsuelo tantas escaleras, entradas, salidas y pasadizos, sin embargo, no nos quedaba más remedio que seguir intentando encontrar el tesoro.

Llegamos hasta una gran sala oval, llena de cavidades rectangulares. Eran lápidas y nos dividimos para ir observándolas, hasta que reconocimos una con el grabado de una roseta que ya nos resultaba familiar.

Estaba sobre uno de los huecos y al lado otra marca, la señal con los cinco círculos concéntricos que según nuestras investigaciones correspondían a los cinco hijos del Señor de Castellar de Lascaris, los cinco desheredados de una vieja leyenda que ahora cobraba sentido.

Con ayuda de una palanca de hierro, los dos hombres apartaron la losa de la lápida. Estaba vacía, pero mi compañero y yo vimos que tenía una fecha en el fondo, un año en números romanos, apenas visible y que parecía ser MDCCLII. Mientras intentábamos verla mejor, de pronto, el fondo cedió y ¡Eureka!

¡El tesoro apareció ante nuestros ojos!
Nos quedamos atónitos.

Un enorme agujero lleno de monedas de oro. También había dos tinajas y un cofre, era mucho más de lo que podíamos imaginar.

En ese momento alguien nos empujó y yo y mi compañero caímos al fondo de aquel pozo. ¿Cómo podíamos haber sido tan pardillos? ¿Y ahora, qué?

(Continuará...)