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9/5/13

Las pulgas, las sillas y se cayeron del camión


Me he dado cuenta de lo poco que os he hablado del viaje a París con mi hermana Mª Carmen y de la curiosa mañana que pasamos en el barrio de Montmartre. Pero eso tiene arreglo, así que allá vamos...

Nada más desayunar cogimos el metro y bajamos directamente en la estación Abbesses, saliendo en medio de la plaza en donde hay el famoso Marché aux puces (Mercado de las pulgas) uno de los más antiguos mercados de antigüedades de París.



Todos los comerciantes estaban aún colocando las cosas, había mucho desorden pero era divertidísimo ver como se mezclaban todo tipo de objetos, ropa y muebles. Aquellas cosas me causaban respeto, era como si cada una de ellas llevara dentro una historia que contar ¿a quién habrá pertenecido esta cafetera? me preguntaba ¡qué elegante debía de ser la mujer que llevaba este bolso!



El mobiliario unía siglos de historia en pocos metros. Encontrar una lámpara estilo rococó al lado de una sillita sicodélica de los 60 y junto a un sofá de piel o una cómoda de no se sabe cuando cerca de un escritorio del siglo XVIII ¡alucinante!



En esa misma calle rue des Abbesses está la Iglesia Saint Jean de Montmartre, construída mientras el Sacre Coeur estaba en obras, allá por 1900 y que al parecer levantó una gran polémica, tanto por la resistencia del edificio como por la decoración exterior "muy moderna" para el barrio, el barrio bohemio, mientras que la decoración interior la encontraban bastante acertada.



Mi hermana se empeñó en entrar para ver esa "decoración acertada", claro que eso no era más que una escusa, porque ella Iglesia que ve, Iglesia que entra. Allí vimos lo que más o menos se puede ver en la mayoría de iglesias, es decir, las pinturas del coro, las vidrieras laterales, las del ábside y las esculturas de mármol de imágenes religiosas, las velas, el altar, etc. Muy bonito todo.

- ¿Has visto estas sillas? le dije a Mª Carmen
- Sí, y qué, no tienen nada de particular
- ¿Pero no te has dado cuenta de cómo están colocadas?
- ¡Ohhh, sí!
- Fíjate, haciendo filas de siete por dos sillas y mirándose asiento con asiento ¡qué raro!
- ¡Habrán hecho alguna ceremonia!
- No, no debe de ser eso. No me parece normal ¿cómo se sienta uno si el asiento está contra el de la otra silla?
-¡Jo, nena, pues será que han fregado el suelo!
- Que no, que no, que cuando se friega se ponen las sillas patas arriba.

La final la cosa quedó así, como "el misterio de las sillas de Saint Jean" como si fuera el título de una novela, pero que si alguien sabe del tema ¡que me lo digaaaa!



¡Y ahora viene lo bueno!

Siguiendo la rue des Abbesses después cogimos la rue Joseph de Maistre y allí, en el número 17 (tal y como se ve en la foto que hice) vi esta curiosa tienda. Nos llamó la atención su aspecto, que estuviera cerrada y su nombre Tombées du camion (se cayeron del camión) así que nos acercamos, como dos niñas, poniendo la naricilla pegada al escaparate para averiguar qué diantres vendían allí.



Esta es la foto que hice a través del cristal.

¡Es como un enorme desván lleno de miles de pequeñas cosas! porque tal y como reza su nombre, son cosas que parece que se hayan caído de un camión-volquete de esos que tenían los niños de antes y que llenaban de canicas o pequeños tesoros.


Luego leímos el cartel que, por si no veis bien, dice ...

Lotes antiguos y olvidados, numerosas joyas, perlas y accesorios de moda, stocks exclusivos de objetos abandonados, series industriales, fondos de mercería en abundancia, objetos manufacturados del siglo pasado, material de laboratorio, pequeños objetos de culto, stocks de fabricantes, recuerdos signos de otro tiempo, tesoros artesanos en cantidad, acumulaciones de todo tipo, cosas históricas y tradicionales, Arqueología de la infancia.

¿Increíble, verdad?


Después, al volver al mercado cerca del mediodía, ya estaba abarrotado de gente y todo parecía más bonito porque estaba todo mejor colocado o porque nosotras estábamos muy contentas.

Lo más increíble es que he dado con la web de esa curiosa tienda y aquí os dejo el enlace :
Tombées du camion

16 comentarios:

  1. Fantástico reportaje, me he dado una vuelta por París de buena mañana y me ha encantado, petonets Montse

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    1. Jajaja, de buena mañana, como nosotras!!
      Pilar, a tí y a mí nos gustan esas primeras horas del día ¿verdad?, cuando todo empieza, para estar ahí, las primeras, abriendo la jornada.

      Petonets!

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  2. No me dio tiempo de ir a Las Pulgas, me quedé con las ganas... He entrado en la web de esa tienda tan curiosa, que tampoco vi, y he alucinado con las cosas tan raras y curiosas que hay. He visto unas cajitas que me encantaría añadir a mi colección.
    Siempre existe un motivo para volver a París. En este caso son tres.

    Gracias por el paseo, Montse. Llevo un buen rato disfrutándolo.

    Un beso.

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    1. Perfecto, Myra, ahora te apuntas la dirección y ya sabes dónde encontrar esas cajitas ¡es un buena escusa para volver a visitar París! o mejor aún ¿nos vamos juntas? creo que lo pasaríamos genial.

      Un besito, guapa.

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  3. Lo que más me ha gustado, lo último. Parece sacado de una novela de Ruiz Zafon!

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    1. ¿A sí? Jajaja, halagada me tienes ¡qué más quisiera yo que escribir con Zafón!
      Besitos, guapa y buen finde :)

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  4. Un mercadillo muy pintoresco. Me encantan todas tus fotos, Montse.
    Un reportaje de lujo de uno de los rincones más románticos de la ciudad de los enamorados por antonomasia.
    Un saludo con alegría desde Sevilla.

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    1. Son fotos muy distintas a las de mi Botànic, ha cambiado las hojas y los pétalos por calles y cacharros, jajaja!!
      Me encantan los mercadillos, las cosas son sabor a otro tiempo y esos rincones tan auténticos que hay en París, así como los que puede haber en cualquier ciudad.

      Un abrazo ¡y buen finde!

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  5. Si me gusta mucho "Els Encants", imagínate. Montse, lo que me gustaría pasear por ese Marché aux puces, me encantaría ir, pero no tendré esa suerte, como tienen otras jajaja
    Me conformo en ver las fotografías y pensar en que soy yo el que las hizo. Muy curioso eso de las sillas, no las he visto nunca puestas así.

    Petons

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    1. Els Encants, El rastro o lo que sea, en muchos sitios hay mercadillos de cosas antiguas y todos tienen ese encanto para curiosear, admirar y descubrir tesoros de antes. Estaría bien que fueras a París, incluso por muchas otras cosas más que por "las pulgas" ¡anímate, hombre!
      Lo de las sillas aún me tiene intrigá.

      Petonets de diumenge.

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  6. Me ha encantado el paseo. Me he visto con vosotras.

    Creo tener la solución para el tema de las sillas.
    Están puestas así para dejar pasillos en las visitas. Cuando haya ceremonia, la silla da la vuelta y ya está. Pura física.

    Besos

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    1. ¡Anda, pues sí! y mira que estuvimos pensando y pensando a ver que caray hacían las sillas puestas así, jaja.. Me habría encantado que nos hubieras acompañado :)

      Besitos, guapa y feliz semana.

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  7. Tanto el nombre de la tienda como lo que contiene me han parecido muy atractivos. Debe haber ahí dentro un mundo de maravillas en miniatura esperando su oportunidad de volver a ser útiles.
    Entre el Foto-cuento y los viajes con foto, nos damos unos paseos geniales (y la mar de cómodos, jeje)

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    1. Esa tienda debe ser ideal tenerla al ladito de casa, porque si necesitas una cosa, sea lo que sea, seguro que la tienen ¡eso pensé yo, es genial!

      Hombre, JuanRa, los viajes suelen ir acompañados de fotos, lo de cuento ya es otra cosa :) y me encanta que podáis pasear conmigo sentados delante del PC y en casa con las zapatillas puestas.

      Besitos.

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  8. Leí la entrada desde el móvil pero no comenté porque es una lata hacerlo a través de él. Me ha gustado tu entrada y las cosas tan curiosas que nos has mostrado, sobre todo la de la tienda con cosas de todo tipo y de otras épocas.

    Si vuelvo a París tendré que pasarme por ahí :)

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    1. Chica, en so tienes razón, lo de contestar con el móvil es una lata, yo lo intenté cuando estaba de viaje y ¡Uf, para morirse lo lenta que voy para decir dos cosas!

      Apúntate la dirección de esa tienda ¡no te arrepentirás!

      Besitos, guapa.

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