Mirar microbios, bacterias, células y todo aquello que se escapa al ojo humano debe de ser apasionante, algo así como viajar a un mundo diminuto y desconocido. Si nos pudiéramos sumergir en ese micro mundo nos sentiríamos gigantescos y también extraños.
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| Foto: Kepler, satélite telescópico de la Nasa |
En el otro extremo, el telescopio, el invento con el que Galileo observaba el universo, ese vasto espacio que se encuentra a miles de millones de kilómetros de distancia de la tierra, tan misterioso como alucinante ¡y tan enorme! que, lo mismo que nos pasa con el microscopio, no podemos ver a simple vista.
Dos visiones extremas pero iguales, porque saber que existe algo más pequeño y algo más grande que nosotros, no hace más que confirmarnos que somos un punto intermedio entre ambos mundos, pero sólo eso, un punto.
Si tuvieras que elegir entre habitar con seres microscópicos o en las lejanas galaxias y estrellas ¿qué elegirías?
Yo me quedo con las galaxias, las estrellas, los planetas (en el b612 vive el principito)
ResponderEliminarJajaja, toma y yo!! eso de andar entre virus y bacterias no me hace ni chispa de gracia, en cambio navegar entre las estrellas ¡eso sí que mola!
EliminarBesitos.