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2/12/11

En la escalera III


Empujé la puerta y traspasé el umbral. Hasta que mis ojos no se adaptaron de la oscuridad a la luz, no pude ver el magnífico espectáculo.

Lo que tenía ante mí era una habitación cuadrada con las paredes completamente revestidas de cubos negros muy brillantes por el reflejo que recibían de un extraño cubo que se hallaba en el centro, de un blanco deslumbrante y cautivador, emisor de la luz que me había llevado hasta allí.

Los cubos negros de las paredes me dieron la sensación de que se movían constantemente, como si fueran las olas del mar, en un baile aleatorio de blancos y grises. Creí que era un efecto óptico producido por los destellos del cubo principal, pero no era así. Realmente se movían. Cambiaban de posición de una forma asombrosa, saltando de un lugar a otro de las cuadrículas que formaban y lo hacían cada vez con mayor rapidez.

De vez en cuando alguno se dejaba caer girando sobre sí mismo por el espacio hasta llegar al cubo central, con el que se fusionaba. Iba cambiando de color en el recorrido, en tonalidades grisáceas, haciéndose cada vez más y más pálidas, hasta llegar a ser transparente. Después desaparecía dentro del cubo blanco, integrándose en él y en la pared su lugar era reemplazado por otro nuevo cubo que emergía del interior.

Observar como salían esos cubos de su habitáculo para acudir a la llamada del cubo principal, me mantuvo embelesada durante un buen rato. Había avanzado desde la entrada sin llegar al centro de la habitación, había girado sobre mí misma para ver todo el perímetro y me había situado a pocos pasos del cubo blanco, inmóvil y tranquila.

Pronto descubrí que no eran sólo los cubos los que cambiaban. Toda la habitación cambiaba, se iba haciendo más y más grande, extendiéndose a mi alrededor. Los cubos, ahora ya varios, iban desmoronándose de las paredes cada vez más deprisa y cuantos más salían, más aparecían en ella y más se expandían las paredes, convirtiendo la habitación en una sala de enormes dimensiones.
Por el contrario, el cubo central, por muchos cubos que hubiera engullido y por grande que fuera haciéndose el espacio que lo rodeaba no había aumentado de tamaño, pero sí de intensidad. Su luz se veía de una luminosidad casi sobrehumana, pero que inspiraba confianza.

Un silencio absoluto reinaba en la habitación y en mi interior.

Comprendí que me había estado esperando desde el principio para iniciar ese proceso. Comprendí que era yo la que realmente estaba encajando las piezas de aquel inmenso puzzle y comprobé, mirando hacia atrás, como, efectivamente, la puerta por donde había entrado ya no existía. Había desaparecido, como desaparecería todo lo que dejara tras de mí.


*


Desperté como siempre, soñolienta y cansada. Me vestí con la camisa blanca que había preparado la noche anterior y después de tomar el café con leche y maquillarme a toda prisa, salí de casa como todas las mañanas.
¡Maldita sea!
El ascensor no funcionaba y empecé a bajar por las escaleras...


8 comentarios:

  1. Yo no sé si me habría atrevido a traspasar esa puerta..
    Vaya imaginación la tuya, Montse y qué bien nos la has contado. He vivido contigo ese sueño.
    El final del relato, con ese ascensor que no funciona, genial.

    Un beso

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  2. Myra me alegra muchísimo que te haya gustado este relato.
    El final... bueno a mí me gustan esos finales en los que el lector deberá imaginarse el resto de la historia (si es que la hay) y por eso lo he dejado ahí.

    Un besito ¡y buen fin de semana! :)

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  3. Estoy de acuerdo con Myra, la imaginación en esta parte de la historia me ha fascinado.

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  4. Pixel me parece estupendo que compartas la opinión de Myra ¡y que te haya fascinado, jeje!

    Mil besos.

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  5. Estoy pensando...
    Me siento dentro de esa parte.

    Estoy pensando

    Besos

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  6. Tómese usted el tiempo que necesite, señorita Aquí ¡total, yo no tengo ninguna prisa!

    Besitos :)

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  7. Me ha parecido un final soberbio, adoro las historias circulares

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  8. María acabarlo con forma de espiral me pareció una buena idea ¡y me alegro que te guste!

    Besitos :)

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