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4/11/11

Los pilares de la tierra































"Las imponentes puertas de la espléndida iglesia estaban abiertas de par en par. Entraron. Una solemne procesión de dos personas, que representaba la culminación de la crisis política del siglo. La nave se hallaba atestada de gente, la cual les abrió paso. Musitaban frases entre sí, estupefactos ante el espectáculo del rey más orgulloso de la Cristiandad empapado por la lluvia y entrando en la iglesia como un mendigo. 
Avanzaron lentos por la nave y descendieron los peldaños que conducían hasta la cripta. Allí junto al nuevo sarcófago del mártir se encontraban esperando los monjes de Canterbury junto con los obispos y abates más importantes del reino.
El rey se arrodilló en el suelo. Sus cortesanos entraron en la cripta detrás de él.
Y delante de todo el mundo, Henry de Inglaterra, el segundo de ese nombre, confesó sus pecados y dijo haber sido la causa no consciente del asesinato del santo Thomas.
Una vez que hubo confesado, se quitó la capa. Debajo llevaba una túnica verde y un cilicio. Se arrodilló de nuevo, se dobló y presentó la espada.
El obispo de Londres cimbreó una vara.
El rey iba a ser flagelado.
Recibiría cinco golpes de cada sacerdorte y tres de cada monje.
Claro de los golpes eran simbólicos, considerando que se encontraban presentes ochenta monjes, una flagelación auténtica lo hubiera matado.
El obispo de Londres rozó la espada del rey con cinco golpes ligeros de la vara. Luego, se volvió y entregó la vara a Philip, obispo de Kingsbridge.
Philip se adelantó para azotar al rey. Se sentía contento de haber vivido para ver aquello. A partir de hoy, se dijo, el mundo será un poco mejor."


Así termina una de las obras literarias contemporáneas que más me ha impresionado.

Esta novela escrita por Ken Follet, sorprende por su contenido. Está ambientada en la Inglaterra de la Edad Media y es una historia densa aunque de lectura amena, a pesar de las más de 1.000 páginas que la constituyen, que gira en torno a la construcción de una catedral en los inicios del estilo gótico.

Pero los pilares de la tierra son algo más que las columnas, capiteles, cúpulas y vidrieras que configuran el estilo arquitectónico gótico, ni tampoco los acontecimientos políticos y sociales de la época. Son los pilares del amor, la venganza, la ambición y la moral, en los que los personajes se debaten, son los sufrimientos y triunfos, los desengaños y las glorias que transcurren en sus vidas mientras se levanta esa imponente catedral.
Son el legado que nos dejan.

Es una historia, no es la historia, pero bien podría haber sido así.


9 comentarios:

  1. Obra magistral a pesar de ser un "best-seller". Cuando la leí hace tiempo me dejó fascinada. No solo por su ligera lectura -a pesar de ser una obra extensa-, sino lo que más valoro de la novela es el costumbrismo medieval que refleja, certero, excelentemente documentado por Ken Follett: la vida en las abadías, sus intrigas por el poder, la diferencia de clases medieval, las penurias del pueblo llano, y esa magnífica descripción de la construcción de la catedral.
    No brilla por su estilo literario, pero sí por ese valor documental de la Edad Media.

    Anímate a leer la 2ª parte, Montse, "Un mundo sin fin". También me gustó aunque recuerda mucho en cuanto a personajes, acciones y hechos, a la primera. Cierta originalidad, se pierde. No obstante, merece la pena su lectura.

    Gracias por la entrada y esa preciosa fotografía que la encabeza.

    Un abrazo.

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  2. Yo como siempre, en vez de leérmelo vi la serie, jeje.
    Para mí es una historia de vidas.

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  3. Me quedo con los dos últimos párrafos tuyos.

    ¿ Hemos cambiado en algo

    La conozco y sí, está muy bien

    Besos

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  4. Hola Marisa, leí esta novela y a mí me gustó su estilo literario, precisamente porque menciona las costumbres de la época muy bien mientras que los diálogos son actuales y cercanos, será por eso que resulta una lectura muy cómoda.
    Me gusta la arquitectura, pero mucho más el alma humana, como he dicho, para mí lleva más de eso que de la construcción de una catedral.

    "Un mundo sin fin" no la he leído, las segundas partes en la mayoría de los casas no acaban de convencerme, pero la tengo presente ¡gracias por tu recomendación!
    Y gracias por la visita.

    Besitos !!

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  5. ValGarGon yo también ví la serie, incluso en contra de mi teoría de que las versiones cinematográficas o televisivas nunca llegan al listón de la novela. Me gustó.

    Compartimos la opinión de que el fondo es la vida y no la catedral.

    Muchos besitos!

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  6. Aquí cambian las formas, no el fondo. Creo que ahora construimos mil castillos en la red, tapices por ordenador y en lugar de pilares hacemos puentes los fines de semana, pero por lo demás, todo está igual.
    ¿Podríamos cambiar?

    Muchos besitos, guapa.

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  7. Aunque me taches de optimista excesiva, creo que sí. Todo está en nuestras propias manos.

    ¿ Querríamos hacerlo?

    Esa es la cuestión

    Muchos besos

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  8. En eso coincidimos, yo también soy optimista.

    Mil besos Aquí!!

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  9. Yo también sólo vi la serie, y me pareció fortísima. Pero no recuerdo este final...

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