Hace unos días estuvimos en Segovia y, como no, ver el famoso Acueducto romano era inevitable, por dos motivos: porque es una maravilla que no nos podíamos perder y porque nada más entrar en el centro de la ciudad te topas con él.
Mientras Josep Mª y mis amigos se encargaban de preguntar en la oficina de turismo sobre una visita guiada por la ciudad, yo me entretuve haciendo fotos a esta huella del imperio romano, la más impresionante que he visto en mi vida. No es que haya visto muchas, pero esta obra de ingeniería es realmente magnífica, mucho más de lo que imaginaba.
La visita guiada nos llevó más de dos horas, en un recorrido que partía desde el Acueducto y terminaba en el Alcázar. ¡Oh, el Alcázar, cómo me gustó!
Es un castillo como salido de un cuento de hadas y yo, que soy una enamorada de los castillos y de las historias medievales de princesas y caballeros, posiblemente porque nunca he sido ninguna princesa ni reina de nada, ya desde la entrada con el inmenso foso y puente levadizo, las escalinatas, la sala de los Reyes, el patio de armas...
Embelesada me quedé ante esta armadura!! Siento verdadera fascinación por ellas y me imagino torneos y batallas, reinos y conquistas, damas y caballeros, como haría el mismísimo Don Quijote en sus andanzas (en La Mancha, claro, no aquí) por tierras castellanas.
Y así fue, que me pasé un buen rato y cuando terminé de hacer esta foto, la única que me quedó bien entre muchas, el guía y el grupo en el que iba ya se habían marchado a otra sala. Salí por donde me pareció que seguía la visita, pero no los vi.
Pasé a otra sala, y nada, y a otra, y tampoco. No los veía, ni a mis acompañantes ni al guía ¡Qué fastidio! Mientras aprovechaba para ir haciendo fotos a todo aquello que me gustaba ¡qué caray!.
Subí por una empinada y estrecha escalera de caracol que me condujo arriba de todo del castillo. Desde allí puede observarse la ciudad y sus alrededores, en unas vistas que quitan el hipo ¡Y allí tampoco estaban!. No puede ser, me dije, no hay otra subida, a la fuerza han tenido que pasar por aquí, volveré hacia atrás y seguro que los encuentro.
De vuelta a las salas de las armaduras (volví a hacer más fotos, jeje) no encontré al grupo. Había otros visitantes, del país y extranjeros, pero ellos no. ¿Alguien sabe por qué siempre hay japoneses en las visitas turísticas?.
Al final, confusa, cansada y aburrida me quedé en el patio central que era el lugar en donde empezaba y acababa la visita. Me senté y cogí el móvil para llamarles, pero no hizo falta porque ya vía asomar al guía y a todo el grupo detrás de él. ¡Ey! ¿dónde te habías metido? me preguntaron, y yo les conté esta misma historia... ¡Perdida en el Alcázar!
Y es que estas cosas sólo me pasan a mí...
Nota: Esta anécdota es totalmente cierta (por si alguien tiene dudas)
Montse, evidentemente no tengo ninguna duda de que es verdad porque te conozco, jajaja, pero al final creo que fuiste la persona que más disfrutó la visita!!
ResponderEliminarHola, Montse. Pues yo creo que lo debiste pasar mucho mejor tú que tus acompañantes con guía incluída. Sentir esa soledad en un castillo... Te puedes creer que he estado en Segovia y no he visitado el Alcázar? Y es que no hay nada peor que viajar a Segovia con gente que sólo piensa en comer cochinillo..
ResponderEliminarLas fotos, muy bonitas.
Un beso. Soy Myra, pero me temo que hay problemas con blogger porque no me dejan firmar con mi nick...Llevo 4 intentonas..
La foto del Alcázar es preciosa. Tengo que ir a perderme como tú.
ResponderEliminarBesos
Drea me conoces biennnnn! jajaja No sé si ellos disfrutaron, pero yo me lo pasé fenomenal.
ResponderEliminarBesitos:D
Myra también comí cochinillo!! pero no es de mis platos favoritos ¡donde esté una paella marinera!
ResponderEliminarEn tu próxima visita a Segovia, ves al Alcázar, vale la pena verlo ¡y procura no perderte! o mejor sí, piérdete un poquito para disfrutar de él.
Muchos besos, guapa!
Pixel ya os haré un buen reportaje en "A dos pasos del paraíso" ¡te encantará ver más fotos! y, ya sabes, es un lugar estupendo para perderse, jeje...
ResponderEliminarBesitos ^_^
Una autentica preciosidad!!
ResponderEliminarPor si te sirve de algo, yo la primera vez que fui a la Alhambra también me perdí del grupo, e incluso cerraron y yo seguía dentro.
ResponderEliminarVaya, ValGarGon me dejas más tranquila ¡pensaba que yo era la única que se perdía, jeje!!, por lo visto saliste!!
ResponderEliminarMuchos besos.
Teresa ya me gustaría a mí ser reportera, ya!!!
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado.
Besitos, guapa.
Muchas gracias por traer a tu blog la simpática crónica de tu visita. Muy buenas fotos (mereció la pena perderse, jeje...). No conozco Segovia, pero me encantaría hacerlo.
ResponderEliminarBesos.
¡Ya ves, Kine, dicen que lo malo para algo es bueno!, así que hay que ver la parte positiva.
ResponderEliminarVes a Segovia en cuanto tengas ocasión, es el sitio ideal para perderse.
Muchos besitos!