Amigos y seguidores

9/6/10

El rey blanco



Anoche salí a cazar con el grupo, que está formado por ocho hembras, dos macho y yo. Es un grupo reducido pero estoy muy orgulloso de ser su líder. Un grupo que formé después de vagar en solitario por la selva durante un corto periodo de tiempo, y tuve la suerte de que fuera poco tiempo ya que de otro modo no habría sobrevivido. El color blanco de mi piel, producto de una mutación genética recesiva, es excesivamente llamativo en la selva y me dificulta la supervivencia, tanto es así que casi estuve a punto de perecer de hambre al no poder cazar.

Nos dirigimos a nuestra zona de caza, en donde había una manada de impalas y nos acercamos sigilosamente, ya que hemos de estar cerca de las presas antes de iniciar el ataque. Los observamos. Los machos nos quedamos a la espera y las hembras se preparan para el trabajo.

Cuando estábamos a una distancia de unos 30 metros de los impalas, las hembras los rodearon desde varios puntos, cuatro de ellas dispuestas para cazar y las otras al acecho. Hay que ir fijándose en los impalas que parecen más débiles y vulnerables. Efectuaron un ataque rápido y potente basado en una aceleración rápida y un salto final, y atraparon a la presa. De un manotazo se le tapa la boca y la nariz y así la víctima muere por asfixia.
Es brutal, lo sé, pero es el sistema. Y no siempre da resultado, a veces la presa escapa y las otras leonas que estaban escondidas le salen al encuentro, se avalanzan sobre ella en un segundo intento y con algo de suerte la presa resulta abatida.

Cuando las hembras han conseguido una presa, nos acercamos los machos para comer. Primero como yo, que soy el monarca, después los demás machos y luego las hembras. Si sobra algo se lo dejamos a los cachorros, si no, no. El año pasado dos cachorros murieron de hambre ¡una pena!, pero es que la selva es así.

Después del banquete, ya amanecía y me pasé el resto del día durmiendo despertándome solo a pequeños intervalos de tiempo, lo justo, que para algo soy el rey de la selva.

Como que soy notablemente distinto, por mi blanco pelaje, debo esconderme constantemente de los cazadores humanos, coleccionistas de trofeos o especuladores de zoológicos que pueden matarme o hacerme cautivo ¡mala cosa esa de ser diferente!

Las tribus llaman a este lugar donde habito Timbaviti, que traducido quiere decir "lugar donde los ángeles bajan del cielo", me consideran un animal sagrado y cuentan una leyenda sobre mí atribuyéndome poderes mágicos. Esos supuestos poderes deben ser imaginarios ya que yo nunca los he percibido ni he tenido esa sensación.
Simplemente, soy un león, un rey blanco.

12 comentarios:

  1. "¡mala cosa esa de ser diferente!" Pues sí, no es fácil ser león blanco ni cisne en medio de patos.

    Besos, guapa!

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  2. Muchas veces la gente piensa que algo que tenemos y que nos hace destacar es un "regalo de los dioses", y sin embargo para nosotros es un gran lastre. Es como las tías buenas, que sólo por eso, normalmente se las trata como un pedazo de carne y nadie se plantea si tienen sentimientos (sobre todo los tíos, claro). Curiosa historia con curioso punto de vista. Y otra cosa, que no sabía que los cachorros no tuvieran prioridad, me he quedado flipada.

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  3. Me alegra poder comunicarte que has sido clasificada para la final de los Macros Bloglobosofos. En breve recibirás un e-mail con más información. No olvides estar pendiente del blog Bloglobosofía esta tarde a las 16:30 y el miércoles 16 de Junio a partir de las 16:00. Enhorabuena!!

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  4. Que melena más bonita tiene el león y no lo digo porque me gustaría vestir sus pieles, no me va nada.
    Saludos

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  5. Elvira, has captado muy bien el contenido.
    Nadie dijo que la vida fuera fácil, pero para los que son diferentes aún es más difícil y es algo que me parece tan injusto como la superviviencia en la selva, pero es lo que hay y no existen opciones.

    Un beso, guapetona!!

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  6. Drea, cuando la vida te ofrece un don nunca puede ser un lastre, en todo caso es la maldita envidia que te tienen los demás lo que lo convierte en una pesadilla.
    Ser una tia buena debe ser maravilloso a pesar de despertar la envidia de las otras mujeres y el deseo de los hombres y si no se es capaz de apreciarlo así ¡qué pena!

    Besitos.

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  7. Drea, olvidé decirte que es cierto que los cachorros son los últimos en comer ¡increíble!

    ¿Yo clasificada?, jajaja... pero si solo ha acertado uno, creo ¡qué alegría!, me voy a ver tu blog "Blogobosofia" enseguidaaaaaaaa.

    Más y más besitos.

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  8. Pixel, sí que tiene un bonito pelaje, sí.

    ¡Ah, y yo tampoco quiero hacerme un abrigo con su piel, faltaría más!, es más, estoy totalmente en contra del abuso que existe de matanzas de animales sólo para la obtención de las pieles.

    Besitos.

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  9. Eso es vivir a cuerpo de rey...aunque sea blanco y diferente (o por eso).
    Saludos

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  10. Jajaja, es que por eso es el rey de la selva!!!

    Aunque no sé si me gustaría una vida así, de comer y dormir únicamente, algo aburridilla ¿no?

    Saludos, poeta Javier.

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  11. Impresiona la foto de este león albino. Bonita e interesante narración, Montse.

    Un beso.

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  12. Kinezoe, la foto es preciosa, no conozco al autor ¡qué lástima! si no lo felicitaría y la narración ha sido para mí como ponerme dentro de esa preciosa piel de rey.

    Besitos.

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