¡ Esto si que es un gran dilema !
Las costillas de cordero a la brasa es una de mis comidas favoritas, acompañadas con unas torradas de pan con tomate y una buena salsa casera de "all i oli".
Pero ver a este animalito con su mirada lánguida y tierna, no sé, no sé ... voy a tener que replanteármelo.
¿Y vosotros que opináis?
Tía, esto no se hace, qué dilema, como tú dices. Es como si en Carne Rosa cojo y pongo una pata de jamón, tú que preferirías? jajaja
ResponderEliminarQué lindo. Es muy gracioso. La verdad es que lo has puesto difícil. Bueno, como estoy a dieta yo me quedo con el corderito. Y cuando la deje, pues... ya se verá, jejeje
ResponderEliminarme lo preguntas a mí, que vivo en la granja?? jajaja, Montse, qué te voy a decir¡¡
ResponderEliminarte cuento un secretillo: tenemos corderitos de éstos y son monísimos cuando nacen y unos meses después ya más gorditos... pero no te puedes encariñar porque las hembras se indultan, pero los "machillos" normalmente se engordan para el congelador...
es así de duro¡¡¡ el truco: que te los den ya hechos chuletitas y piernas, envueltos en papel de aluminio, jejeje, como es mi caso...
y están buenísimos con nada, en el horno sólo... y no te cuento cómo están éstos alimentados con verde, para no darte envidia, jajaja¡¡¡¡
besos a la parrilla
Yo lo tengo muy fácil, los prefiero de los dos por igual:
ResponderEliminarVivitos gorditos y lindos, para que valgan más al venderlos.
En la parrilla están muy ricos.
Lo dicho los están muy bien.
Jajaja, Drea, me devuelves el tiro!!!!
ResponderEliminarTe advierto que el jamón me chifla, aunque después de conocer tu Carne Rosa además de gustarme el jamón me gustan los cochinillos ¡son graciosísimos y tan rosaditos!!!
Besitos ^_^
Pixel, a veces tomar una elección u otra sobre algo tan simple puede ser más complicado de lo que parece, aunque tú los tienes claro.
ResponderEliminarCuando acabes la dieta a lo mejor lo ves con otros ojos, jiji...
Mil besitos!
A tí te lo pregunto, Pilar y no me he equivocado un pelo de que tu tenías algún secretillo al respecto, jajaja...
ResponderEliminarEres una buena granjera! ves al corderito como un animal dulce y para comértelo no quieres saber nada de como se sacrifica al pobre para terminar en la mesa ¡eso es tener las cosas claras y lo demás son tonterías!!!
Sí señora, usted sí que sabe.
Besitos ^_^
Gargon, tu también tienes un buen equilibrio que hay un momento para el corazón y otro para el estómago!
ResponderEliminarBesos ^_^
¡Qué faena nos haces! ¿Qué voy a decir? Pues que sigo comiendo carne y que prefiero no haberme encariñado del animal que luego voy a comer.
ResponderEliminarBesos
Ay ay ay, no quiero mirar, no quiero pensar... no quiero que seas malota y nos toques la moral
ResponderEliminar¿ y las chuletas, no pueden ser creadas en laboratorio o algo asínnnnnnn?
Buaaaaaa, me voy a llorar a un rincón, traumatizada
Mas vale que hoy como bacalao... .... Sintético!.. jajjajaja
Esto que acabas de hacer Montse, es una putada.
ResponderEliminarEso no se hace, pero reconozco que es necesario que lo recordemos. No olvidemos nunca cuando comamos costillas la foto de arriba, y lo tenemos que hacer sin ningún miedo ni reparo, es ley de vida, pero ver las dos fotos juntas duele, duele mucho y entristece, pero tampoco soy hipócrita y evidentemente prefiero la foto de abajo.
Las entradas que te dejan pensativo son las mejores, has acertado de lleno con la de hoy.
Yo nunca había pensado en eso al zamparme una costillada, ahora ya no dejaré de hacerlo y sabré sacarle más riqueza y valor a ese bien llamado cordero.
Un beso, Mont
... Pues a mí me pasa un poco lo mismo, Montse, está claro que esas chuletas están muy buenas... pero yo también cada vez las evito más... Me he pasado al pollo que dicen que es más sano... y me dá un poco menos de pena (aunque me siguen dando pena lo pobres pollos, para qué engañarnos) pero creo que la carne también es necesaria en nuestra dieta, por las proteínas, aunque la como muy de vez en cuando. Saludos.
ResponderEliminarElvira, creo que si viéramos al corderito así no comeríamos carne nunca más ¡menos mal que lo compramos en piezas!
ResponderEliminarComo dice Pilar, empaquetado en papel aluminio!!!
Un beso!
¡Ay, pobrecita mi Femme!!
ResponderEliminarSiento haberte dejado tan apenada este fin de semana ¡que yo no soy malota! y para que veas que es verdad, yo no he comido carne de cordero estos días (potaje de judias, pastel de verduras y puré de patatas y una fondue de quesos con manzana)
Si es que me fuí con esa primera imagen en la cabeza y...
Espero que ya estés recuperada del trauma y no le pongas pegas a un bistec de ternera con guarnición, jeje...
Un besito!!
Fandestéphane, no pretendía haceros una faena sino haceros pensar ¡eureka!!! por lo visto lo he conseguido,jajaja...
ResponderEliminarMi intención no era en torno a la alimentación, era una metáfora sobre las decisiones, es cuando se valoran ambos puntos opuestos y nos encontramos ante un auténtico dilema incluso con las cosas "aparentemente" cotidianas y sencillas como lo que comemos y de donde procede.
Ya veo que las costilladas no serán lo mismo a partir de ahora!!!!
Un besito.
En eso estamos de acuerdo, Ricardo, están bien ricas las chuletas pero se abusa del consumo de carne y deberíamos cuidar nuestra alimentación.
ResponderEliminarY, por otro lado, ver así al corderito parte el corazón!!!
Un beso!
Yo puedo seguir mirando el corderito sin ningún tipo de remordimiento; no es uno de mis platos estrella... Jeje...
ResponderEliminarSaludos.
Bueno, Kinezoe, tu por lo menos lo tienes muy claro!!!
ResponderEliminarPara mí es más difícil ya que es mi plato preferido, en cuanto a carne se refiere, aunque la verdad es que soy más de pescado que de carne ¡pero ver una gamba no me da pena ninguna!
Un abrazo ^_^