(Esta foto no es mía)
Dicen que rectificar es de sabios, así que rectifico lo dicho...
Me he preguntado ¿qué pasa sin me desconecto del mundo?, pues que mis amigos me llamarán y yo no contestaré, volverán a llamar y yo seguiré sin contestar y entonces llegará un día en que dejarán de llamarme y me quedaré sin amigos.
Incluso me niego la posibilidad de hacer nuevos amigos.
Y encerrada en mi refugio, tranquila y canlentita, me sentiré sola.
La vida pasará tras la ventana.
Quiero saber de mis amigos, cuales son las cosas que les entristece y las alegrías que experimentan. Quiero hablar con ellos de lo que siento. Quiero abrir las puertas y gritar con todas mis fuerzas : ¡Ey, aquí estoy!
Así que .... ahora mismo me cojo el abrigo y la bufanda y me lanzo a través de la blanca nieve a reencontrarme con ellos, mis amigos, a los que quiero y que me quieren.
Ahora mismo dejo arrinconadas las zapatillas y las dietas, porque estas fiestas voy a ponerme las botas.
Y yo estoy aquíiiii!!! Me alegro de haberte conocido, guapa! Besos
ResponderEliminarY yo creo que te vas a poner las botas pero de atracarte a turrón jajaja Tu misma, el día 7 de enero, cuando salga del letargo, te recordaré que te peses jajaja y me darás la razón.
ResponderEliminarSi te desconectas porque vienen nosequé fiestas, te las cargas, tienes que hacer lo mismo que siempre, ya verás si lo haces, lo bien que te sentirás. Yo igual me hago un par de huevos fritos el día 25... o el 26
Besitos
Yo pienso ponerme las botas todo lo que pueda y me dejen, jejejejeje
ResponderEliminarPreciosa la imagen.
A relajarse... digo.
ResponderEliminar¡Ay, Elvira y yo también!
ResponderEliminarSoy feliz de compartir contigo el gusto por las flores sencillas, el arte tranquilo que me has enseñado a disfrutar y las palabras que nacen del corazón.
Te quiero.
Y ya sabes, estoy aquí "pa lo que sea".
¡Uf! nada, nada, yo de pesarme nada, que la báscula y yo no somos compatibles (igual la peto) y pienso ponerme las botas ¡ya lo creo!, sino para qué estoy haciendo bondad tantos días...¡para darme el atracón, jejeje!
ResponderEliminarFandetéphane, el desconecte era para un par de días, para cargar pilas antes de las fiestas. Yo seguiré al pie del cañón, contando tonterías, como siempre. No creas que te vas a librar de mí tan facilmente.
Y lo de comerte unos huevos fritos, por Dios, qué disparate. Cuídate mucho, que tantos huevos te pueden sentar mal y lo digo en serio. No sé, puedes hacerte unos macarrones, pa cambiar ¿no?
Muchos besos.
Ole y ole, Gargon, yo también pienso ponerme morada todo lo que pueda, que después ya me pondré a verdurita en Enero.
ResponderEliminarMuchos besos!!!
Hola Montse. Pues muy buena decisión, al final los amigos es el mayor tesoro del que disponemos... y qué duda cabe que muchas veces hay que hacer esfuerzos para verle, porque como dices, en invierno da pereza hasta quedar con ellos... pero una vez que se queda con ellos, la recompensa está garantizada. Que pases unos días navideños muy agradables, Montse. Un abrazo.
ResponderEliminarDrea, de relajarse nada, ahora empieza la carrera loca de las fiestas.
ResponderEliminarBesos.
Ricardo, la recompensa de ver a los amigos y reir con ellos es la garantía de que estamos todos embarcados en la misma aventura ¡la vida!. Si no fuera por los amigos... que sería de nosotros.
ResponderEliminarFeliz Navidad y muchos besos.
Ah, Montse, si la gente fuera como túuuuu.. todos los demás, como consecuencia , también seríamos de otro modo.
ResponderEliminarCreo que hoy día , inexplicablemente, pecamos de desafectos y falta de comunicación; en la era de las telecomunicaciones nosotros funcionamos de manera inversamente proporcional. Es como si nos diera miedo ser vulnerables, descubrirnos ante el otro en nuestras fragilidades, constatar que si nos abrimos y contamos... al otro le importa un pimiento, o peor: que emplea la información a modo de posible y futuro ataque; que si nos portamos bien con él no agradece ni responde, ni corresponde... En fin, que nos tenemos mucho miedo unos a otros. Es terrible.
Afortunadamente aún quedamos unos pocos locos que llevamos por ahí el corazón en la mano; y a veces el pobre coge catarros de desilusión, sí, pero otras muchas recibe una bufanda amiga que viene a decirle eso de ¡¡¡Ey, que estoy aquí!!!!, y eso, AMIGA, vale por todos los catarros cogidos con antelación!
Te mando un beso suuuuupergordo, Montse, y te traigo unas manoplas, pa acompañar a la bufanda.
Se te quiere!!!!! ^_^