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17/11/09

Ensayo sobre la ceguera



Le dices a un ciego, estás libre, le abres la puerta que lo separa del mundo. Vete, estás libre, volvemos a decirle, y no se va, se queda allí parado en medio de la calle, él y los otros, están asustados, no saben adonde ir, y es que no hay comparación entre vivir en un laberinto racional, como es, por definición, un manicomio, y aventurarse, sin mano de guía ni traílla de perro, en el laberinto enloquecido de la ciudad, donde de nada va a servir la memoria, pues sólo será capaz de mostrar la imagen de los lugares y no los caminos para llegar.

José Saramago

12 comentarios:

  1. José Saramago es otro de mis escritores predilectos, Montse. Lo descubrí hace años al publicar "El año de la muerte de Ricardo Reis" que como ya sabes es un heterónimo de Pessoa.

    Una ceguera se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos en la ciudad, los ciegos deben enfrentarse a lo más primitivo del ser humano: la voluntad de sobrevivir y al precio que sea. Saramago nos cuenta una aterradora narración sobre la especie humana, que encierra lo más miserable de nosotros mismos.

    Me gusta Saramago.

    Un beso en la oscuridad, jeje

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  2. Es tan profundo que casi no sé qué decir. Es cierto que la libertad cuando uno está ciego (metafóricamente hablando), sirve de bien poco. Primero hay que intentar ver el camino.

    Besos, Montse!

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  3. Fandestéphane, he leído algunos libros de Saramago pero ese que mencionas no ¡vaya!

    Entre todas sus novelas, ésta es mi preferida, también "La caverna" y "Todos los nombres" son geniales, y me gusta especialmente la forma que tiene de escribir, sin pausas, sin apenas espacios, es una escritura densa pero que su lectura no resulta dificultosa y se lee con fluidez.

    Saramago siempre ahonda en la condición humana y saca a relucir lo animales que somos y lo ridículos que podemos llegar a ser.
    Tú has definido muy bien lo que nos cuenta a través de esa novela, aunque también nos revela lo más apasionante del ser humano su capacidad de luchar por encima de todo y la de "poder ver" más allá de sus narices.

    Un beso sin gafas!!

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  4. "Primero hay que inventar el camino", me encanta tu frase Elvira ¡y cuanta razón tienes!

    Hay ocasiones que andamos tan ciegos y perdidos que no vemos puertas para salir ni caminos que nos conduzcan a la libertad.

    Un beso, guapa.

    PD: ¡Hay que ver que he repetido lo mismo que has dicho tú, jejeje!!

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  5. hola ^^ pase a decir hiiiiiiiiiiii :D

    ya volveré xD
    un beso y cuidate

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  6. Montse, en estos momentos estoy leyendo precisamente "La caverna". Veremos como acaba la historia de cipriano Algor...

    Si conoces a Pessoa y su biografía te encantará "El año de la muerte de Ricardo Reis".
    Te la recomiendo.

    Cuando, Lidia, nos llegue nuestro otoño
    con el invierno que hay en él, reservemos
    un pensamiento, no para la futura primavera,
    que es de otros,
    ni para el estío, de quien estamos muertos,
    sino para lo que queda de lo que pasa,
    el amarillo actual que las hojas viven
    y las hacen diferentes.

    F.P.
    Publicado con el heterónimo de Ricardo Reis en la revista Presença el mes de marzo de 1931.

    En la novela de Saramago, Lidia, es uno de los personajes principales.

    Un beso, Mont

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  7. Me encantó este libro. Y la película del libro, también.

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  8. ¡Hola Kato!
    Te echaba mucho de menos y me alegra un montón que vengas a saludarme.

    ¡Me encanta tu nueva imagen!
    ^__^

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  9. Femme, no te cuento el final, será mejor que lo leas... ¡me acuerdo del horno de cocer cerámica de Cipriano!

    ¡Uf, me vais a matar!, pero no conozco a Pessoa, ni su Ricardo Reis, ni el de Saramago que sé que continuó con la historia de Ricardo Reis o algo así.. ¡voy a tener que leerlos, los dos!!

    "el amarillo actual que las hojas viven"
    ¡Qué importante es vivir el presente, sin miedo al futuro y sin rencores del pasado!

    Un besico!

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  10. ¡Ay, Drea, yo no he visto la película!

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  11. Has leído tanto el ensayo sobre la ceguera que estás cegata perdida Mont jajaja
    Ojalá yo fuera Femme, pero élla seguro que no piensa lo mismo jajaja

    Te dejo el teléfono de mi oculista 123456789

    Un beso de lazarillo

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  12. ¡Y cómo no voy a estar cegata si me quité las gafas para enviarte un besito!

    Fandestéphane, mañana mismo llamo a ese número y pido cita, jeje....

    Un beso (con las gafas puestas)

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