Un día en las carreras

Preparativos
Saludos de S.M.
Padoog, equipo Renault.
Vueltas de carrera
Raikkonen, el Campeón.


Si, ya se, es el título de una película de los Hermanos Max, pero no, no me refiero a las carreras de caballos, sino a las de Fórmula 1.
Es, un día en el GP de Formula 1 en el Circuit de Catalunya, en Montmeló.
El pasado 27 de abril, día de mi santo, estuvimos allí.
Una pasadaaaaaa!
Primero, agradecer a nuestros amigos, Antonio y Lola, su agradable visita y, por supuesto, su invitación que, todo hay que decirlo, fue de lujo.
Un poquito de caravana, para no perder esa tradición tan catalana, de hacer cola para todo. ¡Y eso que fuimos temprano!.
Al llegar, nos llevaron al centro de acreditaciones, nos dieron unos tapones y una bolsa-mochila con varios regalos del circuito y nos acompañaron, en un minibús, hasta la mismísima entrada.
Y allí, en la zona PIS BOX, nos acomodamos en el stand del patrocinador (no digo su nombre para no hacer publicidad) : Habitáculo con aire acondicionado, catering y fabulosa tribuna en “boxes” con vistas a la espectacular “parrilla de salida”.
En pista algunos vehículos, de Fórmula2 creo, ambientaban lo que prometía ser una jornada de excepción.
La espera se hizo un poco pesada, pero, por fin llegó el momento.
Primero el recorrido de saludo de los pilotos. Luego la llegada de S.M. el Rey, que saludó en boxes a todos ellos. Después los preparativos para el inicio de la carrera: Las chicas con las banderas, los equipos de soporte técnico, los periodistas, los profesionales del circuito y, en especial, la movida que había en los boxes de las escuderías que era algo espectacular. Y, por último, la colocación en la parrilla según la clasificación de la “pole” del día anterior, de los vehículos y la aparición de los pilotos.
Vítores para Fernando y abucheos para Hamilton, como era de esperar.
El arranque de los motores estremeció a la multitud con un ruido increíble. ¡Fue lo que más me impactó!.
Y dio comienzo la carrera.
No voy a relatarla, que para eso están los medios, y sobretodo Lobato. En mi modesta opinión como aficionada a la Fórmula 1, he de decir que los Ferrari, en previsión a lo que Alonso nos tiene acostumbrados, es decir a posicionarse en la salida que una manera espectacular, le acorralaron estratégicamente evitando que adelantara a Kimi que iba en cabeza.
El accidente de Kovaleinen lo oimos por megafonía mientras nos dirigíamos a la zona de vueltas, pero sí vimos poco después, la salida del helicóptero que lo trasladaba.
Tampoco pudimos ver el “out” de Alonso, pero lamentamos su retirada.
En definitiva, fue una experiencia apasionante.
Yo, acostumbrada a ver las carreras desde el sofá….
Lo que más: Los preparativos en boxes y la parrilla de salida.
Lo que menos: La interminable caravana a la salida del circuito. ¡Tardamos 2 horas!.
Y lo que más, más, más : Nuestros amigos.
Antonio, Lola y Alejandra, muchas gracias.