- ¿Ves algo?
- No, aún no
- Es que pesas mucho, Jano
- ¡No seas quejica, Mimí!
- Ufffff
Al rato
- ¿Y ahora, ves algo?
- Creo que sí, acabo de verla
- ¡Déjame a mí! ¡Quiero verla!
- ¡Chitsss!
- ¡Déjameee!
- ¡Calla, Mimí! ¡Acabará por descubrirnos!
- ¡Ayyy, no puedo más!
Jano cae al suelo, da dos volteretas y refunfuña
- Eres una gata muy débil
- Y tú un gato gordo y gruñón... ahora me toca a mí.
Mimí se sube sobre Jano y mira por la rendija de la valla.
- No veo nada
- Al fondo, detrás de la tumbona...
- ¡Ay, sííí! ¡la veo, la veo!
- ¿Qué hace?
- Espera...trae la tarta ¡la lleva en la mano! ¡Y qué pinta tiene, mejor que la de ayer!
- Déjame ver - dice Jano. De un garrotazo suelta a Mimí, que cae al suelo y rápido cual felino, aprovecha la confusión y se sube de nuevo sobre ella.
- ¿Qué hace?
- Ha dejado la tarta sobre la mesa del jardín.
- ¿Y ahora se va? ¡Oh, sí, sería la hora de entrar y comérsela! - Mimí se relame.
- No, no, espera, se ha sentado.
- ¿Eeee?
- Y tiene la tarta delante de sus narices.
- ¿Y ahora qué hacemos, Jano?
- Esperar
- ¿Esperar?
- Eso he dicho, esperar
- Pues baja, que pesas mucho.
Al rato
- ¿Y ahora qué hace?
- Nada, sigue sentada delante de la tarta.
-¿Ha traído el té?
- Aún no.
- Yupii!! Ahora irá a la cocina a buscar las tazas ¡será el momento!
- ¡Eyy!
- ¿Qué hace, qué pasa?, Jano no me cuentas nada...¿Y por qué te bajas?
- Mimí, olvídate de la tarta - dice Jano al llegar al suelo
-¿Por qué?
- Porque ha venido él, con las tazas y la tetera.
- ¡Oh, noooo! ahora se sentarán y se comerán la tarta.
- Hoy no ha habido suerte.
Tras la verja, Doña Sole está sentada en la mesa del jardín y cuando llega Don José, con el juego de té empieza a cortar la esponjosa tarta de bizcocho y nata.
- Hoy tenemos suerte - dice con una sonrisa Don José - podremos comernos la tarta.
- La suerte no se tiene, querido, se busca. Siento haberte hecho venir con el té, sabiendo lo mal que estás de las piernas y lo mucho que te cuesta caminar, pero era la única manera de evitar que esos dos gatos nos dejaran sin tarta, como hicieron ayer.
- ¡Cómo eres, Sole!
- Ven, siéntate a mi lado y toma este trozo.
Al rato
- ¿A dónde vas? - pregunta Don José
- A llevarles un trozo de tarta a Jano y a Mimí
-¿Y eso?
-¡Son mis gatitos! Puedo llevarles un trozo, si sobra, lo que no me gusta es que me dejen sin nada.